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En un portaaviones en la isla italiana de Ventotene, la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Francois Hollande; y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, hicieron un llamado a una mayor cooperación en seguridad y más oportunidades para los jóvenes.
Durante un encuentro cargado de simbolismo, los tres líderes visitaron Ventotene para dejar una ofrenda en la tumba de Altiero Spinelli, un intelectual italiano a quien se considera uno de los padres fundadores de la unidad europea.
Luego abordaron el Garibaldi, que está a la cabeza de una misión de la Unión Europea para combatir a los traficantes de personas que han transportado a cientos de miles de refugiados por el Mediterráneo hacia Europa.
"Para muchos populistas, Europa tiene la culpa de todo lo que sale mal", dijo Renzi, antes de que los líderes se reunieran en el barco para las conversaciones. "La inmigración es culpa de Europa, si la economía anda mal es culpa de Europa. Pero eso no es verdad", agregó.
La reunión se pensó para preparar el terreno para una cumbre de la UE en Bratislava el próximo mes.
Las conversaciones del lunes son el comienzo de una semana de reuniones de Merkel con otros gobiernos europeos, que considera la visita a cuatro países y recibir a ocho líderes.
"Respetamos la decisión de Gran Bretaña, pero también queremos dejar claro que los otros 27 (estados miembros) cuentan con una Europa próspera y segura", dijo la canciller alemana.
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