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Es un buen momento para considerar la inversión en productos de bajo riesgo y con rendimientos interesantes, como los CDT, los cuales están rentando sobre 10% en la mayoría de los casos
Actualmente el panorama económico en Colombia afronta un escenario retador al igual que la mayoría de los países en la región, donde se vienen observando menores niveles de crecimiento económico junto con altas tasas de inflación que, en algunos casos, van llegando a su techo en estos últimos meses. Frente a este escenario, es importante reconocer la importancia de cuidar las finanzas personales y entenderlas como una herramienta que, con planificación, puede impactar positivamente la estabilidad económica personal y familiar.
En los últimos meses, hemos visto incrementos constantes en los alimentos de la canasta familiar y de los servicios, lo cual impacta las finanzas de las familias colombianas. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, en el último año la inflación en Colombia ha alcanzado niveles significativos (en abril de 2023 se encontraba sobre 12,82%), lo que ha llevado al Banco de la República a tomar medidas para controlarla a través de incrementos en la tasa de interés de referencia.
Así, en un contexto inflacionario, la principal medida de resguardo es controlar mejor el consumo, prescindir de gastos innecesarios y ser disciplinado con el endeudamiento. Para aquellas familias que generen ahorro, producto de la gestión financiera, es una oportunidad aprovechar las altas tasas de interés actuales. Por ejemplo, es un buen momento para considerar la inversión en productos de bajo riesgo y con rendimientos interesantes como los CDT, los cuales están rentando sobre 10% en la mayoría de los casos.
Este tipo de inversiones pueden usarse para establecer una reserva financiera sólida que permita afrontar eventualidades que afecten la estabilidad financiera. De hecho, contar con un fondo de emergencia y llevar a cabo una planificación financiera adecuada puede ser la diferencia entre una situación de vulnerabilidad y una de seguridad económica.
Adicionalmente a estas recomendaciones, es importante adquirir o reforzar conocimientos sobre educación financiera para tomar decisiones informadas sobre la gestión del dinero. Por ejemplo, los colombianos pueden encontrar alternativas a través de programas de entidades financieras, como Mibanco, que tiene múltiples canales de educación financiera como “Doctor Financiero” o, también, con gremios como Asobancaria, que lanzó el programa “Saber Más, Ser Más” que ofrece herramientas sobre la inversión y el manejo de obligaciones financieras.
Lo anterior resulta particularmente importante para las personas vinculadas al sector de los micro, pequeños y medianos empresarios, que en muchos casos no cuentan con amplia educación financiera y, según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), representan más de 99% de las empresas del país, generan aproximadamente 79% del empleo y aportan 40% al Producto Interno Bruto (PIB). De este modo, cuidar las finanzas dentro de este gremio es fundamental no solo para mantener la estabilidad económica de los hogares colombianos, sino también para resguardar la capacidad productiva del país.
No podemos olvidar que a lo largo de su historia, y sin importar las dificultades, la economía colombiana se ha caracterizado por su resiliencia a pesar de los momentos desafiantes como el actual. Con mejores hábitos financieros y una visión amplia de oportunidades de inversión, estoy convencido de que es posible fortalecer nuestra economía y seguir escribiendo historias de progreso.
