En un reciente estudio elaborado por el Grupo de Energía de Bogotá (EEB) y Fedesarrollo, se detectó que en las principales ciudades del país, especialmente en Bogotá, los hogares han venido perdiendo margen en los últimos 20 años. A principio de los 90, la demanda por energía de los hogares era la principal fuente de recursos de las firmas. Más de 20 años después, esta tendencia ha evolucionado y ahora la industria y el comercio son los que generan la mayor parte de los recursos para
las compañías del sector.
El sector residencial en 1990 tenía un peso del 49,8% en la demanda total, pero hoy, la cifra se redujo hasta el 36,3%.En contraposición, el sector comercial pasó, en ese mismo lapso de tiempo, del 10% al 26% del peso de consumo del sector en Bogotá y Cundinamarca. Otro repunte importante es el de la demanda industrial que hoy es del 32,2%, dos puntos porcentuales encima de lo que se registraba en el inicio de la década de los 90.
La preocupación que comparten los empresarios del sector es que se debe buscar cómo cambiar y mejorar el crecimiento de la demanda de Bogotá y Cundinamarca.
Ese crecimiento tiene una tendencia estable, por eso es necesario que se busquen nuevos clientes, con el fin de que los costos de la energía sean más baratos.
Aunque se debe mencionar que en materia de energía eléctrica, Bogotá y la región cuentan con una cobertura de casi el 100% y se muestra por encima de la media nacional. La del gas también es más importante que el promedio del país, al estar en un 87%. Pero las expectativas de crecimiento en el área rural aún son altas. En el estudio se estima que se puede crecer en el suministro residencial del servicio, ya que en Cundinamarca hay 65 municipios que no tienen acceso a ningún tipo de energía. Hay 145.000 hogares que cocinan con estufas de leña, un buen lugar
para que las empresas de gas lleven el servicio a esas familias. Así mismo, se debe incentivar el consumo en el transporte. Dos soluciones: la importación de más vehículos eléctricos y el aumento en las reconversiones a gas. El sector debe mirar también hacia el transporte público.
