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Con una imagen de ‘tipo duro’, su mayor novedad se concentra en la tecnología que lleva dentro de él. Su propulsor cuenta con el innovador sistema de inyección de agua, que ya utiliza el BMW M4 MotoGp Safety Car para aumentar la potencia y el par motor.
Los ingenieros aprovechan la cualidad física del agua para extraer la energía resultante del proceso de evaporación. Al evaporarse el agua que se inyecta en el colector del módulo de aspiración, se produce un enfriamiento del aire aspirado. De este modo, disminuye la temperatura en la cámara de combustión, reduciéndose las autodetonaciones, lo que significa que el motor turbo puede funcionar con una presión mayor con un punto de encendido más temprano.
Como hemos dicho antes, esta tecnología origina un aumento de la potencia y el motor, provocando unas mejores prestaciones. Al elevar los límites de la potencia, la temperatura se ve aumentada. Por ello, BMW apuesta por un novedoso sistema de refrigeración. El M4 GTS cuenta con radiadores complementarios para conseguir una gestión térmica más óptima.
La refrigeración del turbo se lleva a cabo mediante un sistema indirecto de enfriamiento del aire, con la ayuda de una bomba de agua eléctrica adicional. Otro elemento destacable del ‘Concept’ es la tecnología de las luces posteriores formados por diodos orgánicos de emisión de luz (Oled). Emiten una luz homogénea en toda su superficie, a diferencia de la emisión por puntos de los LED usuales.
Todos estos elementos los juntamos con una estética de competición. El BMW M4 GTS cuenta con el deflector delantero y el alerón posterior en fibra de carbono, así como el capó de polímero reforzado por el mismo material.
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