“Hay que caracterizar a los migrantes, más allá del conteo de Migración”

A pesar de la aguda crisis social, política y económica de Venezuela, Cúcuta aún respira. El comercio y la construcción son las escenas que se repiten en cada esquina. El reto es mantenerse a flote, a la espera de una transición democrática que le permita diversificar sus mercados y dejar de depender del vecino. El presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Carlos Luna, habló con LR sobre la situación de la ciudad.

¿Qué panorama se puede hacer de la situación económica de Cúcuta en medio de la crisis de Venezuela?
Tenemos unos temas estructurales de desempleo e informalidad que se han mantenido en los últimos años, y que no nos ha permitido recuperarnos debido a la llegada de miles y miles de refugiados que vienen a buscar una opción de trabajo, generando un desplazamiento laboral que no se puede ocultar. Los empresarios han hecho un esfuerzo para tratar de diversificar sus mercados y poder llegar al escenario nacional y otros cercanos del Caribe y Centroamérica.

Históricamente Cúcuta ha ocupado los primeros lugares en la tasa de desocupación. ¿Eso se ha mantenido?
Las cifras de la medición del último trimestre de 2018, son cifras que no terminan de reflejar el nivel de desempleo en la ciudad y que está en medio de una informalidad que ronda 70%, que no son empleos estables y de calidad. Esperamos combatir el contrabando, pese a los esfuerzos y cambio de cultura en la ciudad.

Es decir, ¿usted teme que la cifra de desempleo sea mayor?
Sí, claramente. Por ser un centro de destino de mucha población, por desplazamiento político de Venezuela o de violencia en El Catatumbo, esto genera unas condiciones que no son fáciles.

¿Cómo se ha transformado la economía de la ciudad, al no depender ya de la ilegalidad que se generaba desde Venezuela con el contrabando?
La ciudad supera el millón de habitantes y puede ser mucho más grande que Bucaramanga. Se han hecho esfuerzos en industrias hoteleras, turísticas y de construcción que aportan cifras importantes a la economía de Cúcuta. Lo que es el clúster de moda, ha hecho un esfuerzo muy importante y hay que reconocerlo para tratar de reaccionar al mercado de Venezuela que era fácil porque no nos exigía en calidad, diseño o precio.

¿Qué lecciones le puede dar Cúcuta al resto del país en el manejo de la crisis migratoria?
Hay que caracterizar a esa población, más allá del conteo de Migración y las personerías. Tenemos que saber qué nivel de escolaridad o qué experiencia laboral tienen, como ocurrió con la recolección de café en el Eje Cafetero. No nos sirve de nada un número y que no sepamos cuál es el aporte real a la economía formal del país.

¿La ciudad cómo puede aprovechar una eventual transición democrática en Venezuela?
No podemos repetir los errores del pasado y que únicamente vendíamos y que nos compraban. Hay que aprovechar ese mercado para desarrollar nuestras industrias y nuestro encadenamiento, como ocurre con pequeños artesanos del calzado.