Curadurías serían el origen de líos con construcciones en cerros de Bogotá

El problema de las licencias para urbanizar y construir en este espacio de 14.119 hectáreas, ya hizo que se clausuraran nueve obras en la localidad de Chapinero y tiene como objetivo, según pudo conocer LR, sellar 133 proyectos de diferentes estratos en un lapso de mes y medio. 

El problema sobre la adjudicación de los permisos, que es la inconsistencia de la que habla el Distrito y las autoridades locales  sobre las edificaciones, radica en que éstas se estarían entregando para construir en terrenos protegidos. Teniendo en cuenta que en ese tramo hay 13.146 hectáreas de reserva forestal y apenas 973 hectáreas de franja de adecuación. 

Según Mauricio Jaramillo, alcalde local de Chapinero, en esta última zona es donde hay habilitación para construir, pero solo para cerca de 52 proyectos, los cuales adquirieron el derecho antes de que se tomaran medidas cautelares en 1997, las cuales fueron resueltas por el Consejo de Estado en 2013. 

Así las cosas, y de acuerdo con el fallo de la alta corte que en ese momento estaba presidida por Alfonso Vargas, ahora no se pueden llevar a cabo obras de ningún estrato social en esas casi mil hectáreas, por lo que deberán ser demolidas. 

Adicionalmente, de acuerdo con la ley 810 de 2003, existen una serie de multas para las construcciones ilegales en áreas de reserva forestar que no sean urbanizables y parcelables.

Las sanciones oscilan entre 15 y 30 salarios mínimos legales diarios ($644.340) por metro cuadrado de área de suelo. Además, el cobro se incrementará si la obra genera impactos ambientales no mitigables, como en los cerros. 

El papel de la curadurías urbanas resulta relevante dado que son ellas las que, desde 1995, tienen la facultad de expedir las licencias de construcción. Es decir, que estas entidades definen qué tipo de edificaciones pueden hacer los particulares en sus propios inmuebles. 

Jaramillo señaló que no se puede asegurar que alguien no esté haciendo bien su trabajo, “pero hay que hacer una revisión más a fondo de esas licencias en los terrenos de los cerros”. 

Por su parte, Martha Cecilia Moreno, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, recordó en días pasados la importancia de generar y mantener seguridad jurídica y confianza. “Es deber de las autoridades públicas actuar de manera coherente con las normas existentes, de tal forma que quienes tienen previstos desarrollos donde la ley lo permite no se vean sorprendidos por acciones contrarias a expectativas”. 

Luis Felipe Henao, ministro de Vivienda, manifestó que desde la Nación se espera que el Distrito adopte reglas de juego claras para los constructores donde les definan que se puede y que o no. 

Por lo pronto, la Secretaría Distrital de Planeación entregará hoy un plan de acción sobre los cerros orientales donde es posible se definan nuevos perímetros. 

Hay acercamientos con constructores 
Según Jaramillo, en la Secretaría General de la Alcaldía Mayor de Bogotá se están adelantando procesos con los presuntos infractores, a los que se les harán los sellamientos. Dado que hay grandes proyectos y empresarios que dicen tener las licencias en regla, se están tomando decisiones sobre el futuro. No obstante, la ley indica que a estas alturas nadie puede construir en la franja de adecuación de los  cerros orientales. En este espacio, de acuerdo con la Secretaría Distrital de Planeación, 50% del uso del suelo está ocupado por barrios donde hay una población de 80.000 personas, aproximadamente.

La opinión

Luis Felipe Henao 
Ministro de vivienda 
“Lo único que nosotros le pedimos al Distrito es que defina unas reglas de juego claras para los constructores en los cerros orientales”.