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El gobierno debe aumentar los ingresos y reducir también los gastos, dentro de estos los subsidios sociales, para equilibrar sus finanzas
El Gobierno Nacional Central terminó 2021 con un déficit fiscal de 7,1%. Esta cifra representó una importante mejoría frente a la expectativa que inicialmente había planteado el Ministerio de Hacienda en 8,6% y que actualizó a 7,6% más adelante.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, señaló que pese a esto, el país es uno de los que menor ajuste fiscal ha tenido en la región. De acuerdo con cálculos del World Economic Outlook, el ajuste entre 2020 y 2022 es de 0,2%. Este se compara con países como Ecuador con un ajuste de 6,2%.
Por ello, el experto señaló que el país debe hacer ajustes fiscales. Señaló que estos deben darse desde los ingresos, por lo que considera que es necesaria una reforma tributaria.
Adicionalmente señaló que también se debe dar desde los gastos. Sobre este punto señaló que se deben reconsiderar una serie de subsidios sociales. “Hay que revisar qué tan sostenible es que haya subsidios para 60%”, destacó Mejía.
El director de Fedesarrollo destacó que durante 2021 los gastos totales del GNC fueron 23% del PIB . Esto representa una expansión frente a 2019 cuando fue de 18,6%. Afirmó que uno de los grandes retos será disminuir el gasto, ya que no es sostenible.
Mauricio Santamaría, presidente de Anif, dijo sobre este punto que el gasto público debe ajustarse en cerca de 2%. Aseveró que este es un ajuste muy fuerte que “no hay gobierno que pueda hacer esto y menos si el recorte se hace en el rubro de la inversión”. Entre sostenimiento e inversión estimaron que en 2021 el gasto público fue 20% del PIB.
En primer lugar, desde el aspecto de gasto, señaló que los subsidios sociales son insostenibles. A pesar de ello, reconoció que desmontarlos tendría consecuencias sociales difíciles para el gobierno que deba asumir el ajuste.
Santamaría dijo que este es un ajuste que debe darse. “Un déficit de 7,1% es insostenible”, y afirmó que por esto se debe evaluar de dónde van a provenir estos ingresos.
Sobre este punto, Mejía señaló que la bonanza que producen los altos precios del petróleo podrían desestimular el ajuste que debe hacerse. Por esto llamó a hacerlo pese a que haya mejores ingresos.
El estimado del Gobierno para este año es cerrar con un déficit total de 6,2%, cifra que fue respaldada por el FMI como posible.
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