Economía colaborativa: la nueva tendencia de consumo

A medida que la  oferta de rutas y aerolíneas crecía y se hacía más compleja, los agentes de viajes se popularizaron. Para poder operar de manera eficiente, estos agentes necesitaban procesos automáticos con el fin de  acceder a la oferta y reservar. Así, los CRS evolucionaron  hasta ofrecer sistemas de distribución global (GDS) para los agentes pasando de distribuir solamente vuelos a  conectar Hoteles con agentes de viajes desde 1980.

En 1996, Microsoft lanzó Expedia, la primera agencia de viajes por Internet (OTA). Ahora el viajero podía comprar su viaje por Internet desde la comodidad de su casa, sin ayuda de un agente de viajes físico. En Latinoamérica, Despegar fue el pionero lanzando su portal en el 1999.

Junto con la adopción acelerada del Internet, aparecieron nuevas herramientas a destino del “DIY” viajero. Tripadvisor, por ejemplo, lanzó una comunidad donde los viajeros pueden dejar/averiguar opiniones sobre los hoteles. En el 2013, Viajala lanzó su metabuscador de viajes para Latinoamérica, el cual busca en tiempo real sitios de aerolíneas, agencias de viajes por Internet y hoteles. 

Desde el 2008, plataformas como Airbnb están revolucionando la industria de la hospitalidad, conectando dueños de hogares y huéspedes desde un marketplace online obligando las autoridades locales a ajustar sus políticas en cuanto a hospedaje. De esta forma, entramos en la era del economía colaborativa.

Colombia superó a Argentina para convertirse en el tercer mercado de viajes del continente con ventas que alcanzarán los 11.6 billones de US$ en 2015. Sin embargo, la penetración online (18%) continúa siendo  baja frente al promedio regional (23%) , a raíz  de 3 factores : Únicamente un 50% de los hogares tienen acceso a Internet. 2. El acceso a tarjetas de crédito es muy limitado. 3. Los altos niveles de fraudes en pagos online afectan a los vendedores.

A pesar de esto, se espera un crecimiento importante de ventas online de viajes en el país el próximo año, por el crecimiento de la oferta de bajo costo (VivaColombia) que se vende principalmente a través de Internet y la llegada de nuevas agencias de viajes online.

En este contexto de diversificación de los proveedores, plataformas como viajala juegan un papel importante para el viajero. En este momento, el metabuscador agrega en tiempo real las 7 aerolíneas domésticas de Colombia, además de 6 agencias de viajes por Internet.
 
En Colombia, hay más de una suscripción móvil por habitante y la proporción de conexión a Internet móvil está creciendo exponencialmente. Ahora, más de 20 millones de colombianos acceden a Internet a través de dispositivos móviles . Tenemos una nueva generación mobile-first que nunca accederá a Internet a través de un PC.
 
Estamos viendo llegar muchas agencias de viajes online extranjeras  a Colombia. La mexicana PriceTravel adquirió la operación de la agencia colombiana TiquetesBaratos, BestDay de México y CostaMar de Perú están entrando al atractivo mercado colombiano y sus más de 30 millones de pasajeros aéreos al año.

Si miramos lo que está ocurriendo de manera global, plataformas como Airbnb se valorizan encima de cadenas hoteleras como Marriott, Starwood o Accor; marcando una nueva tendencia de consumo: la economía colaborativa.
 
En Colombia, se va seguir acelerando la adopción de Internet a través de dispositivos móviles. Hoy en día, 81% de los usuarios de internet se conectan a través de su celular . El reto es para los proveedores turísticos, empezando por las aerolíneas. Se deben implementar sitios móviles o apps para que el usuario pueda comprar pasajes o reservar hoteles a través de  su celular. Desde el año pasado, google empieza a usar la compatibilidad móvil como señal de ranking para las búsquedas móviles.

La oferta turística sigue sumamente dispersa en Colombia. De las 7 aerolíneas de Colombia, solamente 3 están integradas con los sistemas de distribución globales (GDS). El resultado es que las 4 otras no están disponibles via las agencias de viajes online y tradicionales. 

El último reto es el del e-commerce en general. Hay que darle más confianza al consumidor e incrementar la propuesta de valor que brinda la compra online: entrega gratuita al domicilio, reducir y garantizar los tiempos de entrega, ofrecer sistemáticamente formas de pago alternas a la tarjeta de crédito y mejorar los procesos de control de fraude para que no afecten al usuario final.