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Una vez pasa la época de Navidad, en la que los gastos en regalos, vacaciones y algunos lujos se disparan, llega un cambio en la conducta de los consumidores que refleja una necesidad de ahorrar o “entrar en cintura”, para poder asumir las obligaciones que aparecen en los primeros meses del año.
Entre los colombianos, la estrategia de ahorro más sobresaliente (67%) consiste en comprar menos de todos los productos, pero mantener la variedad, en comparación con sacar completamente de sus compras regulares algunos elementos, tendencia que registró una preferencia de 33%, según una investigación de la firma de investigación de mercadosBranStrat.
Sin embargo, la estrategia de ahorrar sacando completamente algunos productos de la canasta de compras ha sumado participación en los últimos años, pasando de 29% en el año 2010 a 33% en 2013. Así lo mostró el estudio realizado en las ocho principales ciudades del país, con una muestra de 1.001 personas de 18 a 65 años, que reveló en qué consisten estás estrategias de ahorro y cuál es la tendencia actual de los colombianos
El estudio muestra que, si se estudian las preferencias por estratos socioeconómicos, se destaca una variación en el estrato Medio/medio, donde aumenta la tendencia de sacar totalmente de sus compras regulares algunos productos entre los años 2010 y 2013, pasando de 24% a 41%. El estrato medio/alto-alto presenta un comportamiento similar, pasando de una preferencia de 24% en esta estrategia en el año 2010, a 33% en 2013.
Adicionalmente, los resultados del estudio señalan que cuando se trata de la edad de cada consumidor, se presentan algunas diferenciaciones. Para el grupo de personas que se encuentran entre los 25 y 35 años crece el uso de la estrategia de ahorro de sacar totalmente de sus compras regulares algunos productos, al pasar de 28% en 2010 a 45% en 2013.
Esta situación es contraria a la que sucede en el grupo de consumidores que se encuentran entre los 46 y 55 años, en donde el aumento se presentó en la estrategia de ahorro de comprar menos de todos los productos, pero mantener la variedad de los productos que consumen normalmente, pasando de 68% en 2010 a 70% en 2013.
Este comportamiento también se presentó en el grupo de edades entre 56 a 65 años, en el que la estrategia pasó de 70% a 73% en el mismo periodo.
De acuerdo con el informe de BrandStrat, estas tendencias pueden obedecer “al “sacrificio” que las personas están dispuestas hacer o no, en determinada edad. En las personas más adultas, tanto con los productos como con las marcas, se encuentran mayormente fidelizados, sumándole a esto que sus costumbres hablando puntualmente de consumo están mucho más arraigadas. Por consiguiente, no están tan dispuestos a dejarlos, entendiendo el riesgo que puede significar para ellos”.
El análisis señala que para los jóvenes la situación es completamente diferente, ya que el riesgo de cambiar de producto o marca puede ser menor, dado que este es un grupo de individuos cuya característica es que son más abiertos al cambio.
La investigación también concluye que esta tendencia podría estar relacionada con la estabilidad financiera de cada grupo de edades, pues mientras los jóvenes apenas están iniciando su vida financiera y tienen una mayor necesidad de ahorros para llevar a cabo sus planes, los grupos mayores tienen, por lo general, asegurada su estabilidad debido al ahorro que han hecho durante años.
