Parece que el presidente estadounidense ha perdido su poder de convocatoria. Al acto de posesión del segundo mandato de Barack Obama (1961) que se llevó a cabo ayer en Washington asistieron solo 400.000 personas, según cifras estimadas por los organizadores del evento. Un dato considerablemente inferior comparado con los cerca de 1,8 millones de personas que hubo hace cuatro años apoyando al presidente.