Eso dijo el fotógrafo Burhan Ozbilici, quien retrató hace unos meses el momento posterior al asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, y quien ayer recibió el premio World Press Photo, entregado por Lars Boering. A pesar de que el jurado señaló que fue una decisión muy difícil, explicaron que escogieron la imagen “explosiva” ya que evidencia el “odio de nuestro tiempo”.