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TLC con EE.UU. ¿cómo va en su primer año?

sábado, 11 de mayo de 2013
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Andrés Castro Forero

En los últimos días ha surgido la pregunta de si efectivamente el Tratado de Libre Comercio firmado entre Colombia y los Estados Unidos está mostrando algunos resultados positivos en términos comerciales.

Para acercarse a esta realidad hay que evaluar las cifras. A un año de entrada en vigencia de este acuerdo, sustituyendo el de tipo unilateral que teníamos entre algunos países de la Comunidad Andina y Estados Unidos, conocido como Atpdea, el panorama es algo distante del aprovechamiento que realmente deberíamos tener del acuerdo.

Comparativamente, frente a lo que exportábamos en 2011 y lo que exportamos en 2012, los principales productos no han cambiado. Si entre 2010 y 2011 el porcentaje de crecimiento de las exportaciones hacia Estados Unidos alcanzaba 48%, entre 2011 y 2012 la cifra apenas llegó al 6,5%. Se esperaría que con la entrada en vigencia del TLC el incremento fuera sostenido o al menos con la misma dinámica, pero lo que se puede apreciar es que a este punto, el aprovechamiento realmente no ha sido el esperado.

Adicionalmente, los productos de mayor demanda en el mercado estadounidense procedentes de Colombia, corresponden específicamente a los productos derivados del petróleo: básicamente combustibles minerales, aceites minerales y productos de su destilación, así como materias bituminosas y ceras minerales, con una participación de 72% del total de las exportaciones en el último año, lo que refleja claramente el interés de dicho mercado por productos básicos, tal y como se había mantenido en los últimos años. Sin embargo, entre 2010 y 2011, las exportaciones de estos productos aumentaron un 60%, mientras que entre 2011 y 2012, el incremento a penas fue de un 4,86%. En este sentido, se esperaría que el crecimiento continuara con la misma dinámica, pero no ha sido así.

En términos generales, exportaciones diferentes a los productos derivados del petróleo, es decir, el 28% restante, se dividen básicamente en exportaciones de esmeraldas, café, flores y frutas frescas con una participación de 13%, 3,6%, 2,6% y 1%, respectivamente, y la suma del porcentaje restante equivale a las exportaciones relacionadas con plásticos, preparaciones alimenticias y algunos productos resultados de la fundición de hierro y acero y las confecciones, claro está que con porcentajes menores al 1%, pero con un valor equivalente o superior a los US$100 millones. Ahora bien, como toda balanza comercial, el análisis no sólo puede verse en una sola vía dado que esto precisamente es un Tratado de Libre Comercio, por lo que implica analizar también la evolución de las importaciones procedentes de Estados Unidos.

Aquí, es importante resaltar que en términos de nuestro flujo de comercio con este país, es mayor el valor correspondiente a las exportaciones frente a las importaciones, US$24.600 millones en comparación con los US$16.400 millones que se generan por concepto de importaciones. Esto da como resultado una balanza comercial superavitaria, pero que en el fondo todavía se caracteriza por la exportación de commodities hacia el mercado de los Estados Unidos. Desde el punto de vista de las importaciones, es importante aclarar que la evolución de las importaciones tampoco ha sido tan significativa como en algunos casos se presagiaba en este sentido. Comparativamente hablando, frente a los periodos comprendidos entre los años 2010 y 2011 y los años 2011 y 2012, el crecimiento de las importaciones pasó en el primer periodo de 18,65% a un 14,48% en el segundo.

Es claro que ante este panorama, pareciese que quién tiene mayor ventaja en este Tratado de Libre Comercio ha sido Estados Unidos y que como consecuencia, los productos colombianos aún son poco conocidos en este mercado.

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