Industria cunícola, un negocio por explotar

En Colombia, el mercado para el consumo de conejos aún se encuentra en una fase inicial y tiene todo por explotar. A diferencia de lo que ocurre en Europa, la cultura de la alimentación con esta carne en el país, es aún muy baja. Por lo tanto, estudiar el mercado potencial que se tendrá es el punto clave si quiere crear un galpón de conejos.

Tal como lo aseguró Juan Gonzalo Londoño, zootecnista y coordinador de proyectos de la fundación Aurelio Llano Posada, algo fundamental es realizar estudios preliminares para saber qué mercado se va a tener. “En Colombia todavía estamos muy cerrados a la idea de usar estas alternativas de alimentación, por lo que antes de montar el negocio, se tiene que tener claro que el mercado no es grande”, dijo.

Pero no es lo único que se debe tener en cuenta, otro punto fundamental del sector es la disponibilidad del producto. Según Londoño, hoy en día existe un nivel de demanda aceptable, pero la oferta no es continua y homogénea, lo que hace que la disponibilidad de conejos sea uniforme.

Además, las particularidades de este animal hacen que sea muy necesario un alto conocimiento de sus hábitos. De acuerdo con Héctor Arbey Cajiao, director de proyectos en Industria Cunícola del Valle (Cunivalle), es indispensable conocer como se relaciona el animal con el medio, su comportamiento y como le afecta la temperatura, humedad, altitud, etc. Los conejos pueden soportar bajas temperaturas hasta 8 -10º C de temperatura, pero no soportan la humedad.

En cuanto a producción, los expertos aseguran que la alimentación es algo fundamental en la cunicultura. Para Clemente Hernández, miembro de la Cunícola los Alísios, “una buena alimentación hace que los conejos sean un animal muy rentable, ya que tienen un rápido crecimiento y los tiempos de reproducción son pequeños. Usar una alimentación seleccionada ayuda mucho en esa mejoría”.

Por otro lado, por supuesto la inversión es algo fundamental a la hora de incursionar en este negocio. Según las cifras de la fundación Aurelio Llano Posada, una estructura económica para aproximadamente 200 hembras, puede costar alrededor de $40 o $45 millones. Aún así, Arbey Cajiao considera que la inversión mínima que sería para unos 25 ejemplares, podría estar sobre $15 millones.

“La infraestructura se puede adecuar dependiendo de factores como la disponibilidad de recursos y en la medida que vaya creciendo el proyecto, va a demandar infraestructura y equipos especializados para tal fin”, dejó claro el directivo de Cunivalle. 

Beneficios de invertir

Una vez que se ha decidido incursionar en la industria cunícola, hay que tener en cuenta que como afirman los expertos del sector, ofrece diversos beneficios. 

Desde Cunivalle se dejó claro que lo primero es que la cunicultura no genera ninguna forma de deterioro ambiental. Además, se destaca la calidad de la carne, el valor que para el mercado tiene otras partes como la piel, la sangre e incluso la orina, que son demandados para otros procesos productivos.

Se destaca también lo prolíficos que son estos animales  y los cortos tiempos de gestación que son alrededor de 30 días, además que en apenas 6 meses entran en estado de reproducción. Así como  las facilidades de su alimentación a base de productos vegetales.

Normas en cunicultura aún tienen que mejorar

Actualmente hay una problemática en el sector y es que con la baja penetración que tiene la cunicultura, hay pocas normativas específicas que regulen la actividad. Para Londoño, “en Colombia, hay muchos atrasos en la parte sanitaria y  especialmente para cunicultura no hay nada. No se exigen permisos de movilización o para el sacrificio, al igual que no hay plan de vacunas. Estamos en pañales porque el mercado aún no lo ha exigido”.

 “Lo ideal para tener un mayor  impulso del sector en el país es que los productores le den un mayor valor agregado a la carne de los conejos”.

Juan Gonzalo Londoño

Coordinador de proyectos de Aurelio Llano Posada

“muy pocos han incursionado en esta industria, habiendo una demanda insatisfecha, tanto de su carne como de los subproductos”.

Héctor Arbey Cajiao

Director de proyectos de  Cunivalle