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Dentro de los subsectores que el gobierno colombiano considera como potenciales ganadores de los acuerdos comerciales que ha firmado Colombia con otros países, se encuentra el de frutas y hortalizas.
En los años recientes, la política comercial de Colombia se ha concentrado en consolidar una integración económica con el mundo. Para ello el gobierno colombiano estableció una agenda de negociaciones de acuerdos comerciales con la meta de concretar 13 tratados con más de 50 países para el año 2014.
Los tratados de libre comercio ofrecen valiosas oportunidades para fomentar la competitividad nacional. De los accesos preferenciales a los productos nacionales, se debe esperar un incremento en las exportaciones nacionales. El incremento en las ventas colombianas al mundo depende de la especialización productiva de las regiones que debe conseguirse por medio de la definición de los sectores estratégicos.
Esta definición debe consistir en la determinación de aquellos productos concretos que garanticen la generación de oferta exportable competitiva en el mercado mundial. Ante la inmediatez de la entrada en vigor de los tratados de libre comercio, las apuestas en ciertos sectores productivos están sujetas al desarrollo de la infraestructura, la eficiencia laboral y la identidad empresarial de las regiones del país.
Para que la economía colombiana sea competitiva en un mercado mundial, en el que se fomenta el libre comercio a través de tratados que implican desgravaciones arancelarias, es necesario que se especialice en los sectores en los que puede llegar a ser competitiva.
La especialización implica producir y exportar aquellos productos en los que Colombia tenga ventaja competitiva e importar aquellos productos en los que los demás países la tengan. Este patrón de comercio puede beneficiar a la economía colombiana incrementando las ventas de los productores nacionales y ampliando las posibilidades de consumo de los hogares colombianos.
Dada la dotación de recursos naturales con la que cuenta el país, los productores agrícolas en particular, cuentan con el potencial para hacer frente al reto de la internacionalización. Sin embargo, para poder hacerlo se requiere de acciones estratégicas por parte de las empresas y del apoyo y coordinación de las entidades gubernamentales.
Según la Asociación Colombiana de Hortifruticultores (Asohofrucol), Colombia cuenta con 331.000 hectáreas cultivadas con frutas y hortalizas de las que se benefician 450.000 familias. Sin embargo, históricamente la actividad exportadora ha sido baja.
Los tratados de libre comercio son la oportunidad para fomentar la producción y exportación de este tipo de productos, sumado el incremento en la demanda internacional. Además, le permiten a Colombia poder competir en el mercado mundial al mismo nivel de países como México, Perú, Costa Rica y Guatemala; cuyas exportaciones de frutas y hortalizas crecieron significativamente en los últimos años.
El fortalecimiento e incentivo de la producción de frutas y hortalizas debe focalizarse en las zonas con potencial para su producción. Entre estas se encuentran la zona del triángulo del Magdalena, Cesar y sur de la Guajira; Urabá; el norte del Valle, parte del Eje Cafetero y del Cauca.
Si se potencia la producción, se mejora la economía
El potencial productivo de Colombia en frutas y hortalizas es muy grande. Los tratados de libre comercio deben ser aprovechados por este subsector en el que el país puede tener una ventaja productiva. La garantía y el fomento de la consolidación de esta ventaja potencial, son necesarias para el aprovechamiento de los tratados de libre comercio y por consiguiente, beneficiar a la economía del país.
