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Analistas 12/05/2015

La inflación de abril y las señales de desaceleración

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes
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El Dane reportó que el mes de abril registró una inflación del 0,54%. Este dato resultó superior al previsto por los analistas (0,37%) y también sobrepasó la cifra observada un año atrás (0,46%). Con ello, la lectura de inflación total continuó en aumento al pasar del 4,56% a 4,64% anual, manteniéndose por encima del techo del rango-meta de largo plazo del Banco de la República-BR (2%-4%).

Este comportamiento se explica por la aceleración de la inflación de alimentos, incrementándose de 7,37% a 7,70% anual, por cuenta de choques que se presumen transitorios, pero afectando alimentos básicos (arroz, papa y hortalizas). Entretanto, la inflación subyacente (sin alimentos) se mantuvo relativamente estable en 3,46% anual.  La mala noticia es que ha persistido el negativo efecto de transmisión de costos vía marcada devaluación peso-dólar (cercana a 30% anual), donde los transables aumentaron 3,6% anual (vs. 1,7% un año atrás) y los importados mantuvieron ritmos de 10,3% anual (un tercio de la devaluación).

En el plano internacional, se han venido recortando los pronósticos de crecimiento para 2015, particularmente en economías desarrolladas. Por ejemplo, Estados Unidos se perfila ahora hacia crecimientos del 2,3% anual en 2015 (vs. 3% esperado anteriormente), después de expandirse solo 0,2% anualizado en el primer trimestre del año.  Así mismo, sus ganancias en términos laborales se habían “pasmado” en marzo de 2015 (generando apenas 126.000 puestos de trabajo vs. 245.000 esperados por el mercado). Pero, aun así, se pronostica que el desempleo estará descendiendo hacia su valor de largo plazo (Nairu) de 5% para finales de este año. Por estas razones, probablemente la Fed estará aplazando para finales de 2015 “su disparo” de alzas en su tasa repo, frente a pronósticos iniciales de junio y más recientes de septiembre de 2015.

Por su parte, la Zona Euro presentaría expansiones moderadas a ritmos de 1,7% en 2015 (vs. 0,9% de 2014), donde lo más preocupante continúa siendo el elevado desempleo (11,3% a marzo de 2015 y de 22,7% entre los jóvenes). Entre tanto, las economías emergentes continúan exhibiendo desaceleraciones estructurales (con expansiones de 3,8% en 2015 vs. 4,4% de 2014), donde los BRICs estarían creciendo 4,8% en 2015 (vs. 5,5% de 2014). Igualmente, América Latina tiene ahora peores perspectivas de crecimiento (+0,3% en 2015 vs. +1,3% antes esperado).

Localmente, también han ido apareciendo señales de desaceleración. Por ejemplo, la producción manufacturera se contrajo un -2,9% anual en lo corrido del año a febrero de 2015 (vs. +2,6% de 2014), mientras que el comercio minorista se desaceleró de +7,5% a +6,1% durante el mismo período. Así mismo, las exportaciones siguen disminuyendo a tasas del -30,2% anual (en dólares) en el primer trimestre de 2015 (vs. -4,6% de 2014), producto de las pronunciadas caídas en los precios del petróleo (-50% desde mediados de 2014) y del carbón (-20%). De persistir este comportamiento, se podría ampliar el déficit de la balanza comercial hacia 2,9% del PIB este año (vs. 1,2% del PIB en 2014). 

En contraste, el frente laboral nos ofrece un panorama positivo, pues la tasa de desempleo fue del 8,9% en marzo de 2015 (vs. 9,7% de 2014), al tiempo que la generación de empleo creció un 4,1% anual (vs. 1,9%). Sin embargo, no es fácil explicar este dinamismo laboral frente a tantas fuentes de desaceleración del sector real de nuestra economía durante el primer trimestre de 2015. En particular, nuestra batería de indicadores líderes ALI nos indica que probablemente la expansión del PIB-real fue del orden del 2,8% anual durante el primer trimestre de 2015 (en el rango 2.5%-3%).  Para 2015 (como un todo), Anif mantiene su pronóstico de crecimiento del 3,4%.  

Dadas las señales de desaceleración y los repuntes transitorios de la inflación, Anif recomienda y espera que el BR mantenga inalterada su tasa repo-central en 4,5% en su próxima reunión de mayo. En particular, el BR deberá aguardar hasta contar con información que le permita precisar si las expectativas inflacionarias no han desbordado el rango 3,5%-4% para finales de 2015 y si ellas se estarán anclando nuevamente hacia el 3% para finales del 2016. 

En este sentido, el BR debe continuar en guardia, pues probablemente se podrían requerir incrementos hasta de +50pbs en la repo-central en el segundo semestre de 2015 para contener las expectativas inflacionarias, siendo ello consistente con crecimientos del PIB-real en el rango 3%-3,5% en este año.  Sin embargo, la eventual postergación del inicio de alzas en la tasa repo del Fed para finales de 2015 y la desaceleración económica actual estarán dando algún compás de espera al BR en este frente.

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