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Analistas 16/01/2018

Inflación 2017 y pronóstico 2018

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

El Dane reportó que el mes de diciembre de 2017 registró una inflación de 0,38%, cifra superior al consenso del mercado (0,30%), pero inferior a la registrada un año atrás (0,42%). Nótese cómo ello implicó una lectura anual pegada en valores del 4,09% (vs. 4,12% anual del mes anterior), llevando al Banco de la República (BR) a perder, por tercer año consecutivo, su rango-meta (2%-4%).

Preocupa nuevamente el repunte en la inflación subyacente (sin alimentos) a ritmos de 5% anual (vs. 4,80% un mes atrás). También resultó sorpresivo observar cómo la inflación de bienes no-transables continúa incrementándose hacia valores de 5,5% anual, donde los regulados inclusive muestran un ritmo de 5,9% anual. En buena medida, esto último se explica por la alta inflación en transporte (4,5% anual), a su vez aupada por el incremento en los precios de la gasolina (promediando una inflación de 10% anual). Gracias a que la inflación de alimentos se mantuvo cerca de 1,92% anual, el impacto sobre la inflación total no fue mayor (ver gráfico adjunto).

Lo que va quedando claro es que la estrategia del bloque mayoritario dentro de la Junta del Banco de la República (BR), de apostarle a bajas repetidas en la inflación por cuenta de una pronunciada brecha de producto negativa, se ha agotado. Más aun, las advertencias del grupo minoritario al interior de la Junta (de ir con mayor pausa) se han cristalizado. Ello implica que no luce prudente reducir la tasa repo por debajo del actual 4,75% hasta que se logre romper la barrera de 4,5% en la inflación “core” (vs. 5% actual), lo cual el grueso del mercado (incluyendo a Anif) ve ocurriendo solo hacia mediados de este año.

Para 2018, Anif está pronosticando una rápida convergencia de la inflación hacia el rango meta durante el primer semestre, finalizando el año en niveles cercanos a 3,3% anual. En el frente externo, ello sería consistente con una devaluación peso-dólar promediando niveles de 4% durante 2018, reversando la apreciación de 3,4% que, en promedio, nos dejó la complacencia de los capitales offshore durante 2017. Inclusive, en el inicio de 2018, ha sorprendido la continuación de esa apreciación cambiaria a ritmos cercanos a 2% anual (bordeando los $2.850/dólar por cuenta de la recuperación del Brent US$70/barril), sobre-compensando el negativo efecto cambiario de la degradación de un escalón a manos de la calificadora de riesgo S&P.

Anif está pronosticando un precio promedio cercano a los US$60/barril-Brent para 2018 (vs. el promedio de US$54/barril observado en 2017). Como es bien sabido, mucho de esto dependerá simultáneamente de la sostenibilidad del reciente pacto de la OPEP (hasta finales de 2018) y de la “elasticidad productiva” que muestre el fracking de los Estados Unidos a esa recuperación del precio.

La dinámica de la inflación subyacente (sin alimentos) sugiere moderaciones hacia el rango 3%-3,3% al cierre de 2018 (vs. 5% de 2017). Allí estarían primando los efectos provenientes de: i) la persistente y negativa brecha del Producto (respecto del potencial de 3% anual), a pesar de que esta se ira aliviando a medida que se pasa de ritmos de crecimiento de 1,5% anual (a septiembre 2017) hacia 2,3% que estamos pronosticando para finales de 2018; y ii) los favorables efectos estadísticos provenientes de haber superado en 2018 el incremento del IVA de 16% a 19% durante 2017 (según Ley 1819 del 2016).

No obstante, el BR deberá estar atento a potenciales presiones de costos provenientes de: i) mayores costos laborales, donde el incremento del SML de 5,9% ha desbordado en casi 1 pps lo sugerido por la “fórmula universal (5% = 4,1% inflación de 2017 + 0,9% productividad laboral); ii) la eventual devaluación cambiaria (4% promedio anual); y iii) la inflación de regulados (particularmente combustible-transporte) por cuenta de un alza esperada de 11% en el Brent (según lo arriba comentado).

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