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Analistas 12/05/2023

Transparencia en infraestructura

José Joaquín Ortiz García
Presidente de Joyco
La República Más

Una forma de luchar contra la corrupción es hacer más visible todo el proceso de desarrollo de la infraestructura, desde su concepción hasta su operación, incluido, por supuesto, la contratación y supervisión de los proyectos. A esto se le conoce como transparencia.

La corrupción es una plaga que afecta a todos los países del mundo y sus consecuencias son desastrosas para la sociedad. Cuando se trata de infraestructura, la corrupción puede tener un impacto particularmente dañino, pues se afecta la calidad de las obras, se generan sobrecostos, se desperdician recursos públicos, con la consecuente pérdida de confianza en las instituciones gubernamentales y la reducción en la competitividad del país.

En 1993, el Congreso intentó abordar este problema al aprobar la Ley 80, que estableció el Estatuto General de Contratación Pública, una ley que fue reformada en 2007. En 1998, el Decreto 2405 estableció el Programa Presidencial de Lucha contra la Corrupción. En 2006, el estado estableció un Sistema Electrónico Nacional de Contratos Públicos (Secop), que opera a través del Portal Único de Contratación.

Más recientemente, entidades se han unido a la iniciativa de Transparencia en Infraestructura (CoST, por sus siglas en inglés) del Reino Unido, que trabaja en todo el mundo para mejorar la transparencia en la construcción de infraestructura.

CoST trabaja con el Gobierno, el sector privado y la sociedad civil para promover la divulgación, validación e interpretación de datos de proyectos de infraestructura. Esto ayuda a informar y empoderar a los ciudadanos y les permite responsabilizar a los tomadores de decisiones.

Así, los ciudadanos informados y las instituciones públicas receptivas ayudan a impulsar reformas que reducen la mala gestión, la ineficiencia, la corrupción y los riesgos que plantea la infraestructura de mala calidad para el público.

CoST trabaja globalmente con miembros que abarcan cuatro continentes. Particularmente en Colombia, entidades como la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y Bogotá han acogido las recomendaciones de CoST haciendo más visible sus decisiones y el avance de los proyectos más relevantes. Bogotá se unió a CoST en febrero de 2021 con un ambicioso plan para mejorar proyectos de infraestructura de alto valor. La membresía de la ciudad se alinea con un paquete de reformas más amplio supervisado por un Comité de Transparencia que se enfoca en promover la integridad en proyectos que aseguren resultados sociales, ambientales y económicos positivos. En su fase inicial, el programa se ha centrado en proyectos de los sectores de salud, agua y transporte, que incluyen la primera línea de metro de la capital.

En el caso de la ANI, desde 2021 viene trabajando con CoST con el fin de mejorar prácticas y herramientas para lograr máxima transparencia en la contratación. De esta forma, ha fortalecido sus mecanismos de difusión, participación y veeduría ciudadana, con estándares de transparencia más robustos, que fomentan mayor competencia y participación de inversionistas. Su plataforma ANIscopio, donde está alojada toda la información de los proyectos a cargo de la entidad, se ha renovado para que la consulta de los ciudadanos sea más eficaz. Esto facilita la participación y veeduría ciudadana, así como el seguimiento.

Iniciativas como CoST buscan mejorar la transparencia en iniciativas de infraestructura pública, pero para que el impacto sea real, es necesario que los ciudadanos adopten un rol más activo. Esto implica informarse sobre los proyectos en ejecución y que los involucran de manera directa, monitorearlos y verificar el cumplimiento de los estándares de transparencia.

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