Petróleo sin mapa

En agosto 27 de 2007, Ecopetrol emitió sus primeras acciones en la Bolsa de Valores de Colombia abriendo el mercado con un precio de $1.400 por título. La iniciativa, era que la estatal petrolera financiara con un mecanismo no bancario algunos proyectos de exploración. La emisión fue un éxito, pues el fondeo por parte de los nuevos accionistas minoritarios, permitió una emisión total inicial de $5,7 billones, que correspondían a 10,1% de la empresa. A lo largo de los últimos años alcanzó un precio pico de $5.675 en 2013 y luego cayó abruptamente cuando los precios internacionales del petróleo se desplomaron llegando inclusive a estar por niveles de $1.000 pesos, por debajo del precio de apertura de 2007. Tanto fue el impacto que el anterior ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas argumentó que se necesitaba una reforma tributaria estructural por la alta dependencia de los dividendos de Ecopetrol en las finanzas públicas.

En el último año el precio de la acción repuntó, de la mano del aumento de precios del petróleo que ha venido sucediendo en el mercado desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Ya algunos analistas hablan de precios de US$100 nuevamente durante 2019 y seguro la acción de Ecopetrol volverá a $5.000 en los próximos meses. La nueva bonanza petrolera trae cambios en la visión de los que actúan en la industria. Exploradores, operadores, proveedores, así como los canales de distribución de la gasolina (uno de los productos derivados del petróleo) tienen otra vez un panorama alentador para los próximos dos a cinco años.

En medio de todo ese optimismo, llamó la atención que el saliente director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Orlando Velandia, publicara un curioso documento el pasado 6 de agosto, un día antes de la posesión del nuevo presidente. El documento se refiere a un proceso que viene de 2017 de adjudicación de zonas de exploración en el país. Los detalles para que una compañía pueda explorar parten de un supuesto fundamental y es el detalle de las zonas geográficas. Toda la industria estaba pendiente de la publicación de un mapa de áreas disponibles, requisito para que las empresas pudieran presentar sus propuestas a la ANH.

Pues bien, el famoso mapa sigue sin ser publicado, y ahora aparecieron nuevas modificaciones al reglamento, sin el tradicional consenso y publicidad, que tomaron fuera de base a los participantes. La ANH modificó -en agosto 14 y 24- los requisitos de habilitación para proponer y además permitió, de forma retroactiva, la presentación de propuestas desde agosto 6. ¿Quién se atreve a presentar propuestas sin haber visto el mapa? Cualquier proyecto tiene su plan de negocios y sin tener un insumo básico como la ubicación geográfica exacta este se vuelve inviable.

Hubo cambio inoportuno, abrupto y extraño de las reglas de juego, lo que le puede causar perjuicio a los participantes, quienes esta semana en la ACP, manifestaron de viva voz su inconformidad. Al ser inequitativo este proceso, puede abrirse la puerta a demandas en contra de la nación. La Procuraduría, la Contraloría y la Agencia de Defensa del Estado deben al menos pedir cuentas de lo ocurrido para evitar tribunales de arbitramento en el futuro. El nuevo director de la entidad, que ya fue designado, Luis Miguel Morelli, con 20 años de experiencia en el sector, deberá subsanar estos errores para que la entidad no se vaya a enredar buscando petróleo.