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En una compleja combinación de arrogancia, vanidad, capricho e ineptitud, Petro ha ido enfrentando en contra de su gobierno a los sectores sociales, a las regiones y ciudades, a los empresarios, gremios y sectores económicos, a la comunidad internacional. Con un Petro contra todo y contra todos, no se entiende cómo espera gobernar los 30 meses que le quedan al frente del país.
El principal factor que socavará su gobernabilidad son las autoridades locales, alcaldes y gobernadores, que mayoritariamente le son opositores y que asumen por oficio los intereses de sus regiones.
Sus problemas arrancan con Bogotá. Los caprichos del presidente con el Metro y las demás megaobras han generado un rechazo general de la ciudadanía. La intromisión en la ejecución del Metro llevó a proponer en octubre un plebiscito para un metro subterráneo. Señaló: “Nación pagará el Metro de Bogotá si se incluye tramo subterráneo”. Las elecciones a Alcaldía bien reemplazaron su plebiscito.
Los conflictos son múltiples, entre ellos, el de los Panamericanos. Además, propone nacionalizar la vía al Llano, se interpone a la ALO, no se dio la licencia para la ampliación de la autopista norte. Este pronunciamiento ejemplifica la desadministración: “Entonces yo no voy a terminar la obra de Villeta a Guaduas, así no se hace, así no se desarrolla una sociedad”. Ese tramo tiene ya construido un túnel que cuesta $360.000 millones y está sin las vías de acceso.
Las vías 4G y 5G lo tienen enfrentado con los mandatarios departamentales. Señaló: “solo sirven para importar productos y matar la producción nacional”, solo se benefician “los dueños del gran capital en Colombia”. La conexión del Valle y el Eje Cafetero con el Atlántico pasa por las vías Pacífico 1, 2, y 3 y Túnel del Toyo y sus accesos, el Gobierno no las deja avanzar. En el Valle, la vía Mulaló Loboguerrero sigue sin iniciar, pendiente de decisiones del Gobierno.
El peor frente de reclamos de los mandatarios locales es el tema de seguridad. La crisis de violencia, secuestros y extorsiones en regiones y ciudades los tiene enfrentados con el presidente y este sigue empecinado con una Paz Total que no avanza, y en cambio genera un estado de inoperancia de la fuerza pública y el Estado.
En el frente internacional, igual ha sumado desamores y conflictos por sus posiciones. Horas antes de viajar a España en mayo pasado cuestionó la colonización, luego en entrevista con El País, estuvo a favor de Rusia en la invasión a Ucrania, la entrevistadora lo increpó reclamándole que Putin había invadido Europa. Semanas después, en la visita a Alemania cuestionaba la caída del muro de Berlín.
Su papel en el conflicto palestino ha generado distancias con Estados Unidos. Su intromisión en asuntos internos en Ecuador, Perú, El Salvador, Argentina y Chile lo han dejado también distanciado con la comunidad regional.
Se ha enfrentado con los cafeteros, ganaderos, con las EPS, el sector minero energético, con las empresas de energía y un largo listado de más de 60 conflictos directos con empresas por señalamientos del mandatario o de funcionarios del Gobierno. Petro gobierna para sí mismo y sus huestes. La democracia y las instituciones se lo reclamarán.
