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González Iñarritu, el premiado director de cine decía que “emigrar es morir un poco” (1). Para Latinoamérica, la migración es una muerte lenta. Y con la salida de jóvenes preparados se va también el futuro de muchos pueblos y ciudades de nuestra región.
Esta semana se divulgó en los medios por parte del Centro de Estudios para el Análisis de Conflictos, que del país se fueron 547.000 ciudadanos (2), cifra obtenida de cruzar los pasajeros aéreos entrantes y salientes del país (3). Rápidamente salió el director general de Migración Colombia, Fernando García Mansalva, a señalar que “basarse en la diferencia entre entradas y salidas que reflejan los flujos migratorios para afirmar que esos registros corresponden a personas que no van a regresar al país es incorrecto y especulativo” (4). Tiene razón, la cifra podría incluso ser peor si se suman las migraciones ilegales por vía terrestre.
Colombia ha sido un país con alta migración, en los últimos 32 años, según datos de las Naciones Unidas años han salido del país 3,02 millones de personas, la cifra más grande del continente luego de la terrible diáspora venezolana. El proceso ha sido un “goteo” permanente que deja una cuestionable cifra de impacto en las cuentas económicas el Banco de la República, las cuales reportan entre enero y diciembre del año pasado, que las remesas de los expatriados fueron de US$9.429 millones, un 9,67% que en 2021. (5)
El panorama en la región es triste. Cuba tuvo el año anterior la mayor emigración de su historia. Se estiman en 270.000 los migrantes, el 2,5% de la población, 5% de su población activa y joven. Venezuela ha generado la mayor diáspora en la historia de la región. Haití y Centroamérica, incluida Nicaragua acumulan miles de marchantes en la frontera sur de Estados Unidos.
La migración es un proceso silencioso de decaimiento de una sociedad. En Colombia estamos presenciando cómo los municipios reducen progresivamente la población. Cuando se analiza la estructura poblacional, se observa una reducción de la población a partir de los 19 y hasta los 40 años. Esa franja emigra de los pueblos a las ciudades por ausencia de formación y oportunidades. Tenemos que articular estrategias de aglomeración que hagan viable una economía moderna en las regiones dispersas del país. Una clave es crear nuevas centralidades económicas para sistemas integrados de municipios.
En un estudio realizado por ECSIM sobre la migración para el libro La Gran Falla Latinoamericana se evidencio que las razones para emigrar están asociadas a las bajas oportunidades, la pobreza, la informalidad y la inseguridad. Un ejercicio básico de coherencia y sensatez es no optar por tipos de gobierno y de políticas que han conducido a esos desastres migratorios. Siendo coherentes, deberíamos proscribir tipos de políticas como las de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y deberíamos adoptar políticas como las de Chile desde el noventa o Colombia desde 2002 cuando la migración de ambos países se contuvo.
Pero para un analista sensato, por lo menos los chilenos y colombianos debemos parecer decrépitos pues estamos optando por tipos de políticas que en el pasado no nos funcionaron y que son los tipos de gobierno que han destrozado países y sociedades en Latinoamérica. Los datos de emigración nos muestran los errores y las precariedades de nuestro modelos sociales y económicos. Triste camino el que estamos recorriendo.
1 https://elpais.com/cultura/2022-09-22/alejandro-g-inarritu-emigrar-es-morir-un-poco.html
2 https://www.radionacional.co/actualidad/politica/cifra-historica-de-emigracion-en-colombia-2022-cerac
3 https://www.aerocivil.gov.co/atencion/estadisticas-de-las-actividades-aeronauticas/boletines-operacionales
4 https://www.migracioncolombia.gov.co/noticias/salida-de-colombianos-del-pais-en-2022-fue-similar-a-2019-migracion-colombia
5 https://www.portafolio.co/economia/migracion-colombianos-que-salieron-del-pais-en-2022-578736
6 https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-64104551