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Analistas 25/04/2020

Cambio de paradigma

Aldo Civico
Antropólogo y estratega de liderazgo
Analista LR

Vale la pena recordar hoy lo que decía Albert Einstein: no podemos resolver un problema al mismo nivel de consciencia en el cual fue creado. Quizás, no hay una frase que describa de forma más apropiada el momento y el desafío que enfrentamos, también como líderes empresariales. Tal vez, la tentación más grande, y por eso el error más grande que podemos cometer en este momento, es perpetuar aquellas modalidades de análisis, comprensión y de comportamientos que, al fin y al cabo, son las mismas que nos han llevado a la realidad que estamos viviendo. Pero el mundo ha cambiado, nuestra realidad se está transformando. No vamos a regresar a lo que teníamos antes.

Esta normalidad se fue, se evaporó. El presente que estamos viviendo, nos pide crear y generar una nueva normalidad. La experiencia que estamos teniendo a nivel global nos exige transformar nuestras categorías de pensamientos, nuestros valores y nuestros criterios. Este tiempo nos exige cambiar nuestras prácticas económicas, sociales, culturales, y de hacerlo de manera radical. Le escribía a un amigo en estos días, “¿Si no aprovechamos estos tiempos para transformarnos ahora, cuando lo hacemos?”.

Nos tenemos que replantear, no solamente, el “cómo” hacemos las cosas, sino también el “para qué”, lo que necesariamente tiene que emerger de los desafíos y los problemas que hoy requieren nuevas soluciones y respuestas.
Tenemos que volvernos conscientes, y por eso preguntarnos: ¿Qué es lo que está muriendo en este momento (ideas, criterios, hábitos y comportamientos que ya son obsoletos)? y ¿Qué es lo nuevo que quiere y puede emerger?. No es ni fácil ni espontáneo hacernos estas preguntas, porque estamos acostumbrados a reaccionar, a entrar en un remolino de activismo, quizás, para darnos la ilusión de que estamos en control de lo está fuera de nuestro control. Pero la innovación y el cambio, hoy tan necesarios, no se generan desde la angustia y el estrés; son posible solo desde la quietud, que no es renunciar a la acción, sino que es la plena sintonía entre la intención y la acción.
Por eso hoy, no solo es necesario enfrentar la emergencia, sino que también hay que pausar y volvernos conscientes de cuáles son los pensamientos, las normas, y las estructuras que han generado la realidad que vivimos hoy y de la cual experimentamos de manera tan evidente las limitaciones. De hecho, por ejemplo, no es el covid-19 lo que generó la crisis del sistema de salud.

No hay una dinámica causa y efecto entre la pandemia y un sistema de salud que está al borde del colapso. Más bien, deberíamos reflexionar sobre cómo la noción de salud como mercancía, en lugar de ser pensada cómo un bien público y un derecho universal, éste hoy mostrando toda su insuficiencia. Por eso, no es quedándonos en la gestión de la emergencia como vamos a lograr los cambios que hoy la humanidad necesita. Tenemos que ir más en profundidad; a la raíz de nuestro ser y de nuestro pensar; para transformarlos y adecuarlos a los desafíos que enfrentamos.

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