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Para arruinar una presentación en pocos segundos, solo bastará pronunciar alguna de las frases aquí detalladas. Es fácil para un conferencista perder la atención de la multitud a la que se dirige.
Boris Veldhuijzen van Zanten, de The Next Web, detalla para INC cuáles son las frases que éstos deberían evitar para no aburrir al público desde el comienzo.
“Estoy cansado”
Una de cada cinco presentaciones inicia con una excusa. “Estoy cansado del último viaje”. “Recién me hicieron la invitación ayer”. Son, en realidad, frases poco convincentes que a la audiencia no le interesa oír. El público solo desea que el expositor ofrezca lo mejor de sí.
“Pueden oirme”
Unos tres golpecitos en el micrófono antes de decir: “¿Todos pueden escucharme?, ¿las personas de atrás también?” y luego sonreír porque resulta que es evidente que todos los presentes escuchan a la perfección al conferencista. No es responsabilidad del expositor verificar el audio.
“No puedo ver”
Cuando se está en el escenario las luces son brillantes y es difícil ver con claridad a cada persona que forma parte de la audiencia, pero ésta no tiene que saber todo eso. El expositor tiene que actuar como si se sintiera en casa y caminar sobre el escenarios quiere ver a alguien de cerca.
“Pueden leer”
La regla común es hacer que el tamaño de la fuente en las diapositivas sea mucho más grande de lo normal. El expositor no tiene que poner en aprietos a los presentes utilizando letras pequeñas. Y si a eso le sigue, “déjenme leer esto por ustedes”, es peor, no se debe llenar de texto las diapositivas.
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