Empresas de tecnología que no saben que lo son

Y si yo le dijera que un banco, adicional a ser una empresa del sector financiero, también es una empresa de tecnología, ¿me creería? Esto es una realidad y aunque yo no espero ver a un banco compitiendo en los mercados de venta de software con los grandes gigantes de esta industria, para mí un banco en su core es un negocio de tecnología. Esto hace varias décadas no era cierto, pero hoy un banco que no cuenta con una fuerte infraestructura tecnológica, moderna y de primer nivel, está destinado a desaparecer.

Muchas personas podrán criticar la premisa que estoy compartiendo, pues podrán decir que un banco no es una empresa de tecnología, sino un usuario de la misma. Esto es cierto, pero frente a la realidad del mercado, el hecho de que cada vez el sistema financiero requiere de más tecnologías, tanto para responder sus necesidades internas (procesos, funciones, administración de clientes y demás), como la de sus clientes, proveedores, entes reguladores y demás, es más fácil entender que una buena parte de su definición como empresa, es una que se mueve en el mundo de la tecnología.

Esta explicación que hago de los bancos, no solo es cierto para estos, sino para muchas compañías. Por ejemplo, empresas de telefonía celular, proveedores de Internet, empresas proveedoras de servicios varios, como salud, también pienso que pueden entrar en esta definición. Usualmente esto tiene mayor peso y relevancia con empresas grandes y en menor medida medianas y pequeñas, pero muchas podrían verse favorecidas si entienden esta realidad.

Si estas empresas entienden esta afirmación que estoy haciendo, además de comprender que la tecnología es estratégica, seguro funcionaría mejor. Seguro todos hemos sufrido con alguna empresa que cometió un error, por culpa de sus tecnologías, que en teoría son perfectas y lo difícil que es lograr que esto se corrija. Un ejemplo absurdo y casi ridículo, me pasó recientemente con el gigante. 

Bancolombia

Con este banco tengo una tarjeta de crédito, que viene de la época de Conavi, que saqué cuando cursando mi pregrado. La he querido cancelar varias veces, pues tiene un cupo ridículo (prácticamente el mismo que me dio Conavi cuando era universitario hace uno 15 años) y los analistas de Bancolombia tienen una mente muy cuadriculada y no han querido aumentarlo (historia para otro artículo).

El pago de esta tarjeta lo hago hace muchos años por Internet, desde una cuenta bancaria del Grupo Aval. Hasta aquí todo era perfecto, pues Bancolombia convertían mi pago en pesos del Grupo Aval, a dólares de mi tarjeta Bancolombia, pues prácticamente solo la uso para comprar en esta moneda. Esto hasta hace un par de meses, dónde como siempre hice el pago puntual, el mismo era reportado por Bancolombia, pero el dinero no había ido a ningún lado (¿qué habrá hecho Bancolombia con este dinero?) y según ellos, estaba en mora. Lo peor es que recibo múltiples llamadas amenazantes diciendo que no hecho el pago, cuando estoy al día, y son tan trogloditas los procesos de este banco, que no son capaces de darme solución (quien me llama me dice “debe llamar a servicio al cliente o acercarse a una sucursal”).

Como ingeniero de sistemas que soy, me doy cuenta primero que Bancolombia tiene graves problemas de sistemas y una pésima planeación de sus tecnologías (no entiendo cómo antes este proceso de cambio de pesos a dólares funcionaba bien y ahora no). Como este caso hay miles y por eso llamo a las empresas a cambiar su visión.