Fernando Albán Díaz del Castillo
Muchas son los trabajadores, de todos los niveles de una organización, que al cabo de un determinado tiempo de dedicarse de lleno a una misma actividad, empiezan a sentirse agotados, desmotivados y carentes de creatividad e iniciativa para inspirar a sus colaboradores. Las alternativas pueden ser varias: buscar un empleo diferente, hacerse cargo de un nuevo proyecto, rotar a otra posición dentro de la empresa o tomar un año de descanso para recapacitar, reorientar la vida y la carrera, capacitarse o realizar una investigación.
Una de las características del año sabático es que es remunerado e implica para la empresa una inversión, cuyos beneficios pueden no ser tan claros, cuando se utiliza para fines diferentes a la capacitación. Pero no sólo la empresa corre riesgos, también el empleado que deja vacante una buena posición, durante un período importante de tiempo, puede no encontrarla disponible a su regreso, o no conseguir adaptarse a los cambios y transformaciones que se dieron durante su ausencia.
Si la empresa no financia el año sabático, es posible hacer uso de este beneficio, mediante una licencia no remunerara. Pero para sobrevivir sin ingresos durante un período tan largo, se requiere contar con importantes ahorros y fuentes de financiación. Por lo general, si no se consigue el apoyo económico de la compañía o una beca, el proyecto puede hacerse inviable.
Tres casos recientes de personajes famosos que decidieron dejar sus muy exitosas y lucrativas actividades, nos llevan a pensar en la importancia de tomar, por lo menos una vez, a lo largo de la vida laboral, la determinación de hacer un alto en el camino para redefinir prioridades, descansar o reinventarse. Como se recordará, Pep Guardiola, dejó al Barça estando en la cúspide de la fama y en el mejor momento del equipo, para tomar un año sabático. De igual manera el conocido cocinero Ferrán Adriá, decidió tomarse dos años libres, que está aprovechando para viajar, dar conferencias y degustar comidas de muchos países. Leonardo DiCaprio, después de realizar 3 películas cuyo rodaje resultó muy complejo, consideró que estaba “muy quemado” y resolvió descansar un par de años.
Hoy todos se preguntan, si el éxito continuará acompañando a estos personajes cuando decidan reincorporare a sus actividades y si los vínculos que tenían antes de marcharse, se mantendrán intactos al cabo del tiempo, teniendo en cuenta que el mundo no se detiene, la competencia no da espera y siempre habrá alguien, con nuevas ideas y proyectos, tratando de llenar los espacios que otros abandonaron. En un año, muchas son las cosas que cambian y con tantos jóvenes creativos y preparados, luchando por una oportunidad, es posible, que el regreso se torne complicado.
Ahora, desde el punto de vista del crecimiento personal, de la redefinición de metas, objetivos y plan de carrera, puede ser fundamental replantearse la vida que se lleva y determinar sí realmente se está bien enfocado en lo que se hace, si es precisamente eso lo que se quiere hacer y lograr, o si existen otras metas que se desean alcanzar y que puedan ser más satisfactorias para el individuo.
El año sabático es aprovechado por quienes tienen la oportunidad de tomarlo, no sólo para adelantar estudios y actualizarse; muchos utilizan este espacio de tiempo para tratar de recobrar la salud, reencontrarse con la familia, viajar, trabajar en actividades diferentes, adquirir nuevas experiencias, desarrollar otras habilidades y hasta encontrarle un mejor sentido a la vida. Si ese tiempo puede servirle para encontrar aquello que realmente lo apasiona y hace feliz, seguramente habrá válido la pena.
El origen y uso de los años sabáticos
Los hebreos, después de 6 años continuos de sembrar la tierra, acostumbraban dejarla descansar, durante un año completo, para su reposición; de ahí el término, que está asociado al sábado o día de descanso del trabajo. Las instituciones educativas son las que más utilizan esta figura, con el fin de fomentar la realización de estudios que permitan mejorar el nivel académico de los catedráticos o la realización de trabajos y proyectos de investigación. También es un importante estímulo al que aspiran, y en muchos casos tienen derecho los docentes, que cumplen con ciertos requisitos.
