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Según datos del Banco Mundial, entre 2008 y 2009 Estados Unidos venía con una racha de caídas en su Producto Interno Bruto, primero de 0,3% y después de 2,8%. Uno de los grandes catalizadores que se aplicaron a la economía para que se contrajera fue sin duda la crisis inmobiliaria que condujo al intervencionismo del Estado en este sector.
Precisamente por ello, a los ojos del profesor del departamento de Asuntos Públicos de la Universidad de Columbia, Michael Doyle, la llamada Ley de Reinversión y Recuperación de Estados Unidos fue, sin duda alguna, uno de los grandes hitos económicos del gobierno Obama, pues remedió una situación que parecía no tener solución.
“Estados Unidos estaba sumido en una profunda recesión. Sin su liderazgo restaurando la economía, habríamos caído en un espiral que nos habría llevado incluso, más hacia el fondo”, le explicó Doyle a LR.
No obstante el difícil escenario, aseguró el experto, Obama logró restablecer el crecimiento en 2010 a 2,5%, después de cinco años en los que no se había visto una cifra positiva en el balance de la cuenta del PIB del país, que cerró en 2016 en US$18,7 billones.
De la mano de esta reforma, el primer mandatario afroamericano del país le inyectó US$62.000 millones a la industria automotriz nacional, siendo los principales beneficiados General Motors y Chrysler. Esta fue una cifra superior a los US$13.400 millones que su antecesor, George W. Bush, destinó para este mismo concepto.
De acuerdo con los expertos, esta medida encaminó una serie de avances, que pese a la volatilidad e incertidumbre mundial, condujo a Estados Unidos a buenas cifras en sus fundamentales macroeconómicos, los cuales recibirá mañana Donald Trump y su gabinete.
Fuera del monto del PIB, el Departamento de Comercio proyecta que el crecimiento de la economía en 2016 será de 2,2%, un ritmo que el magnate deberá continuar.
Así mismo, las autoridades estiman que el IPC cerrará en 2,1% cumpliendo así con la meta de la Reserva Federal, que con esto, sumado al dato de desempleo de 4,7% (uno de los mejores en nueve años), puede continuar con su política de incrementos en la tasa de interés y llevarla a 1,5% desde el rango de ahora que está entre 0,5% y 0,75% y así recuperar capitales que ahora están invertidos en país emergentes.
Una de las cuentas que tendrá que corregir el magnate es la deuda pública pues está valorada en US$19,9 billones, es decir 106% del PIB. Sobre este indicador los inversionistas prestarán atención, ya que el endeudamiento sería una de las formas de cubrir el plan de infraestructura que costaría US$1 billón.
Pese a estas buenas cifras, no todas las decisiones de Obama fueron acertadas para el desarrollo del país, según los expertos consultados.
La conocida ley Dodd-Frank, con la que el mandatario implementó una serie de medidas de vigilancia y control a los mercados con la finalidad de proteger a los consumidores, resultaron ser muy restrictivas.
“La economía estadounidense siempre se ha caracterizado por el no intervencionismo, de hecho, esa es una de las cosas que se dicen cuando hablamos que no estamos de acuerdo con controlar los precios del petróleo, por ejemplo. De modo que no creo que las restricciones al mercado sean positivas”, le dijo a este medio el profesor de economía de la Universidad de Stanford, John B. Taylor.
Precisamente, ese es uno de los legados que Donald Trump prometió que acabará. Además, la era del millonario comenzará con el objetivo de eliminar el ‘ObamaCare’ y de renegociar las relaciones con Cuba, que prometían un polo de desarrollo para las empresas estadounidenses.
El perfil
Barack Obama nació el 4 de agosto de 1961 en Honolulu, Hawái, y se convirtió en el 44° presidente de los Estados Unidos y el primer afroamericano en llegar al poder. Es graduado de la Universidad de Columbia y de la Escuela de Leyes de Harvard. Su carrera política se catapultó cuando se convirtió en senador por el estado de Illinois entre 2005 y 2008, antes de ganar las elecciones presidenciales frente al republicano John McCain.
En 2009 ganó el Premio Nobel de Paz “por sus esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos”.
Las opiniones
Michael Doyle
Profesor de la Universidad de Columbia
“Sin el liderazgo de Obama en 2009, EE.UU. habría caído en un espiral que nos habría llevado más hacia el fondo” .
John B. Taylor
Profesor de la Universidad de Stanford
“No creo que las restricciones al mercado que aplicó Obama en 2010 sean buenas para el desarrollo económico”.
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