lunes, 30 de octubre de 2017

Ya llevamos más de 15 días de discusión sobre los últimos minutos del partido Colombia Perú en los que durante muy poco tiempo los jugadores de los dos equipos se dedicaron a tocar la pelota de manera totalmente inofensiva pues a los dos les servía el marcador del partido en cuestión y los resultados de Brasil y Paraguay.

La situación actual es confusa pues hay una reclamación de un particular chileno que, al menos al momento de escribir esta columna, solo se sabe que Fifa la aceptó. Hay varias dudas que no se pueden resolver mientras no se tenga claridad del escrito enviado, otras están resueltas.

El primer problema es que hay varios documentos redactados por Fifa que podrían ser utilizados en esta reclamación; el Código de Conducta, el Código Disciplinario y por último el Código Ético; resulta curioso que una entidad con tanto escrito sobre las buenas maneras y las buenas prácticas haya caído tan bajo durante tanto tiempo. El código ético en su artículo 3.1 dice “Actuamos siempre de forma ética y con la máxima integridad teniendo presente que una buena reputación en este sentido es esencial para la Fifa” y el 3.4 indica “Creemos en la importancia de la deportividad, que debe guiar todas nuestras actuaciones y decisiones” con esto ya se podría iniciar algún escrito pretendiendo hacer creer que en el partido de Lima se actuó en forma contraria a estos artículos.

Por su parte el código de disciplina indica en el artículo 57 “El que a través de palabras o gestos injuriosos, o por cualquier otro medio, ofenda el honor de una persona o contravenga a los principios de la deportividad o la moral deportiva, podrá ser sancionado”; ¿qué se entenderá por principios a la deportividad? Nadie lo sabe. Sigue este código con un tipo que se denomina corrupción que parecería ser el que más encaja y que indica: “el que ofrezca, prometa u otorgue a un órgano de la Fifa, a un oficial de partido, a un jugador o a cualquier oficial en general, beneficios ilegítimos para su persona o terceros, con el fin de inducirles a violar la reglamentación de la Fifa será sancionado” nuevamente, todo lo suficientemente vago para sancionar al gusto de quien sanciona. Acá nada se ofreció.

El código de ética también podría mencionarse frente a la supuesta falta de los equipos Colombiano y Peruano. Siempre abogando por el “juego limpio”, la “deportividad” la ética y las “buenas prácticas”, varios términos en desuso en esa entidad y totalmente nebulosos.

Ya lo indiqué que ni Falcao, ni el cuerpo técnico colombiano ni los peruanos ni ninguna persona que tuviese alguna relación con el partido actuó mal, faltó a la ética o peor intentó modificar el resultado final, se trató de un partido de altísima tensión donde los dos equipos, jugando al máximo resultaron clasificando al mundial Colombia y al repechaje Perú, situaciones deseadas para ambos.

Situaciones peores han ocurrido desde hace mucho tiempo en el fútbol, Fifa ha intentado remediarlas con relativo éxito. Se me vienen a la cabeza dos partidos, un Olimpia - Sol de América en la Copa Libertadores en el que se suspendió el partido, se jugó la conclusión luego de conocido otro marcador y terminó 5-4, único resultado que le servía a ambos equipos. Que no decir del partido Alemania Austria del mundial de 1982, conocido como el “Pacto de no agresión de Gijón” en el cual durante 80 minutos los dos equipos se dedicaron a no hacer nada. Esperemos que se acabe este sainete y volvamos a hablar de temas distintos.