lunes, 26 de octubre de 2015
La función de la Procuraduría General de la Nación, podríamos resumirla así: función de prevención, función de intervención y función disciplinaria, las dos primeras tienen estrecha relación pues busca evitar daños antijurídicos al Estado en primer lugar, y daños antijurídicos a los ciudadanos, tratándose de actuaciones de la administración y que las mismas se adecuen al ordenamiento jurídico; ahora- ¿ que el procurador general desarrolle sus funciones a cabalidad los convierte en jefe de la oposición? ¿Indicar que se le abre un proceso a un congresista por presuntas faltas disciplinarias y poco decorosas lo convierte en aspirante presidencial del Uribismo?
Los criterios en las afirmaciones de María Jimena corresponden a un postulado político, y no son ajustados a criterios racionales y objetivos, si partiéramos de las premisas que ella indica, bastaría mirar la sanción a 25 congresistas parapolíticos en toda su gestión, los cuales están inhabilitados de por vida, o miremos los ministros y funcionarios de primera línea del Uribismo que han sido sancionados por la procuraduría, - en razón de los criterios que plantea María Jimena- ¿eso graduaría a el procurador como candidato de las Farc o de la izquierda radical?
Hay que advertir que la polémica radica, en el afán de varios sectores de asumir la defensa del señor Iván Cepeda, congresista a quien el procurador general la semana pasada le abrió pliego de cargos por unas presuntas faltas disciplinarias, vale aclarar que la acción disciplinaria se despliega en contra de ese congresista, no por debates realizados, ni por declaraciones o afirmaciones que este haya expresado dentro del recinto del congreso, todo lo contrario la acción nace en virtud de una queja del año 2013, la cual se radica por actos inapropiados del congresista cepeda como ir a cárceles a promover tretas en contra de Uribe a cambio de probablemente dineros, instalación en el exterior y prebendas en sitios de reclusión.
Los paramilitares que menciona María Jimena, ante funcionarios del ministerio público y por solicitud de la defensa de Cepeda, fueron reiterativos y se sostuvieron que el senador Cepeda los había abordado en varias ocasiones en sus lugares de reclusión, ofreciendo todo tipo de dadivas a cambio que declararan en video la relación de Uribe con el paramilitarismo, al senador Cepeda ángel querubín para muchos, e innombrable para otros no se le investiga disciplinariamente por información que denuncie en su rol de congresista, se le investiga porque dentro de sus funciones como senador no está en visitar cárceles y hacer probables tretas con paramilitares privados de la libertad, en contra de Uribe persona que desde su gobierno combatió, desmovilizo y extradito a paramilitares, pero sobre todo dio grandes golpes a las Farc.
Cuando pretendemos que todos piensen igual, o cuando existen indicios de una férrea unanimidad, es síntoma de que todo está absolutamente mal.
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