martes, 24 de julio de 2012

Dentro del proceso que ha iniciado la Agencia Nacional de Hidrocarburoseste año para seleccionar los proponentes en la adjudicación de bloques de hidrocarburos no convencionales y convencionales, el sector privado ha mantenido constante comunicación y discusión con la Agencia y con el Ministerio de Minas y Energía.

Con el objetivo de participar en los ajustes y modificaciones a las minutas de contrato de exploración y producción y de evaluación técnica adoptadas para esta Ronda, y en los reglamentos técnicos que se le aplican a la exploración y explotación de los hidrocarburos no convencionales.

El objetivo que ha buscado la participación del sector privado para los hidrocarburos no convencionales, es que el Estado como ente regulatorio y de adjudicación de los contratos a través del Ministerio del ramo, y de la

Agencia Nacional de Hidrocarburos,entienda el contexto del mercado mundial que está regulando esta actividad en las zonas donde se presentan descubrimientos de esta clase.

Así entonces, lo más importante para el negocio de los no convencionales no es el descubrimiento en sí, sino determinar si el yacimiento es comercialmente productivo.

Para ello, es necesario tener en cuenta que por las características propias de este tipo de hidrocarburos no convencionales donde se presentan bajas o extremadamente bajas permeabilidades, grandes extensiones regionales, no tienen contacto gas-agua, se encuentran en condiciones anormales de presión, y la producción depende de la estimulación, y requiere grandes inversiones, se necesita para su desarrollo factores determinantes como un mercado identificado, condiciones regulatorias ajustadas a este tipo de proyectos, incentivos económicos, y tecnología avanzada que le permita producir el yacimiento, junto con un adecuado modelo de costos.

El estado actual de la regulación técnica para este tipo de hidrocarburos y los modelos de contratación adoptados por la Agencia en los términos de la Ronda 2012, muestran avances significativos para permitir su desarrollo en Colombia, y para que los inversionistas se sientan atraídos en apostarle a este tipo de proyectos en beneficio del país.

Son retos para éste tipo de proyectos: i) entender la geología colombiana y las implicaciones en este tipo de yacimientos; ii) adaptar tecnologías a esas especiales condiciones geológicas; iii) tener posibilidad de acceso en tiempo a las tecnologías necesarias; iv) desarrollar un mercado de servicios de esas tecnologías; v) desarrollar una estructura de costos de producción que viabilice el desarrollo de este tipo de proyectos; vi) condiciones económicas favorables para viabilizar la inversión de capital; vii) contar con el tiempo suficiente para la producción y la recuperación de las reservas de forma rentable; viii) y capacidad de respuesta del Estado frente a los trámites que se requieran para el desarrollo de la actividad, tales como los permisos ambientales para el aprovechamiento de los recursos naturales, consultas previas, y demás para la operación.

Hago énfasis en este último punto de los retos respecto de la capacidad de respuesta que tenga la Autoridad Ambiental frente a la avalancha de solicitudes de viabilidad ambiental para estos proyectos, pues es preocupante que a más de la mitad del proceso para adjudicar los bloques de los no convencionales, no es claro que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ni el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, se hayan manifestado sobre la forma en que se reglamentará esta actividad.

Esperemos que el avance que se logre por una parte no sea estancado y frustrado por la otra, que es el mismo Estado, pues éstos generaría mensajes equívocos a la vitrina exterior de condiciones de inversión para el desarrollo de este tipo de proyectos en Colombia.

Maria Liliana Hernandez

abogada - Martinez y Abogados Asociados