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  • Reuters

viernes, 10 de agosto de 2012

En el final de una larga semana de batallas en la corte entre Apple y Samsung, el abogado de la firma surcoreana John Quinn intentó impedir a su contraparte, el representante de la empresa estadounidense Bill Lee, mostrar un documento al jurado que dirimirá la guerra legal entre las dos corporaciones.

Mientras Quinn presentaba sus argumentos a la jueza de distrito Lucy Koh, deslizó una referencia a la orden de Koh previa al juicio de bloquear las ventas de algunos productos de Samsung, un tema al que la magistrada había prohibido referirse en frente del jurado. 'Esto es inapropiado', dijo Koh. 'Me disculpo, su señoría', respondió Quinn. 'Me cuesta creer que esto no fue intencional', enfatizó la jueza.

Koh permitió el documento como evidencia. Sin embargo, su amonestación le dio al jurado un atisbo de las inusuales tensiones que rodean al juicio sobre quién habría copiado ilegalmente a quién su tecnología. Fuera de la presencia del jurado, los abogados de Apple y Samsung regularmente se acusan mutuamente de realizar tácticas dudosas de relaciones públicas, boicot e incluso de manipular evidencia.

Quinn tomó la extraordinaria decisión de difundir un comunicado de prensa sobre documentos que Koh prohibió en el juicio, un abierto desafío que sugiere una estrategia legal destinada a crear confusión en la corte.

Quinn dijo que eso estaba lejos de sus intenciones. Los abogados litigantes de alto perfil normalmente despliegan un cierta cortesía profesional en la corte, pero en este caso esa característica parece estar ausente.

Una exasperada Koh ha tratado de manejar el juicio como una maestra de escuela, regañándolos y recurriendo a tácticas como castigar a los abogados con reducciones del tiempo con que cuentan para presentar su evidencia si es que muestran argumentos superfluos. El juicio, que determinará si Samsung violó patentes de Apple al crear teléfonos avanzados y tabletas que compiten con las de la firma estadounidense, está ahora en su segunda semana y se espera que se prolongue hasta fines de agosto.

A pesar de que Koh emitió algunas resoluciones importantes contra Samsung

antes del juicio, durante el proceso mismo la jueza no le ha dado al jurado señales de quién cree ella que tiene la razón. Más bien, Koh, una jueza de 44 años nombrada por el presidente Barack Obama, parece señalarles que si las dos partes se comportaran de forma madura y buscaran racionalmente la defensa de sus intereses, en lugar de acusarse mutuamente, ni siquiera habría un juicio.

Esta semana, Koh rememoró una idea que mencionó en las audiencias pre judiciales hace más de un año.

'Ustedes no presentaron objeciones ayer, y espero que tal vez hayan llegado a un acuerdo', dijo. Pero en un caso que se basa más en el orgullo profesional y la posición de mercado de largo plazo que en una cuestión de dinero, parece haber pocos fundamentos para un arreglo antes de que el jurado llegue a un veredicto.

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