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  • Andrés Felipe Escobar

miércoles, 27 de agosto de 2014

Uno de los principales sectores en los cuales se requieren transformaciones legislativas, estructurales e incluso culturales, es el aduanero. Lo anterior, teniendo en cuenta que las aduanas están encargadas de regular y administrar el ingreso y salida de bienes al país y que dichas operaciones deben realizarse en concordancia con los compromisos adquiridos en los TLC. 

La implementación de un sistema aduanero eficiente nos conduciría a un equilibrio competitivo en nuestras relaciones comerciales, por lo que es necesario seguir evaluando nuestras operaciones logísticas, de manera conjunta entre los sectores público y privado; las inspecciones en puertos y aeropuertos, teniendo en cuenta la necesidad de modernización de la planta física y las dificultades que enfrentan con el contrabando; y por último la capacitación a los operadores aduaneros para que se adecuen a los nuevos desafíos que implica la implementación de los TLC en el sector.

¿Qué medidas se están tomando frente a los retos aduaneros? 
Conscientes de las necesidades antes mencionadas, tanto el Gobierno como el sector privado, han venido impulsando una serie de iniciativas y proyectos en el ámbito  aduanero que permitiría elevar los niveles de competitividad para así mismo sacar provecho efectivo de los TLC vigentes. Entre las iniciativas encontramos la implementación por parte de la DIAN de un Plan de Acción en coordinación con la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos -USAID-; el proyecto MUISCA para la adopción de servicios informáticos electrónicos; un plan piloto de selectividad, para la inspección de carga de importación, entre otros. Sin embargo, el proyecto del nuevo Estatuto Aduanero se erige como aquella iniciativa líder hacia el crecimiento exponencial de nuestras posibilidades competitivas en el sector. 

En la actualidad, después de más de dos años de análisis y discusiones, el proyecto de ley fue truncado desde noviembre del año pasado por un fallo de tutela resuelto por el Tribunal Superior de Cartagena, en el cual, la comunidad afrodescendiente de la región caribe demandó el texto por no habérseles hecho una consulta previa sobre los efectos de las operaciones de cargue y descargue en fondeo. 

¿Cuál es el estado actual de los compromisos aduaneros adquiridos en los TLC?
Por otro lado, es necesario recordar nuestros compromisos y desafíos para avanzar hacia un aprovechamiento de la liberalización del comercio. El capítulo V del TLC con Estados Unidos, considerado por algunos sectores como el más representativo de los ya vigentes, establece compromisos en materias aduaneras y de facilitación del comercio que al día de hoy están siendo incumplidos por Colombia, tales como i) agilización en el despacho de mercancías; ii) envíos de entrega rápida; iii) administración de riesgos; y iv) resoluciones anticipadas.

Si bien la simple aprobación del Estatuto Aduanero no implica per se el cumplimiento de los compromisos adquiridos en los TLC, sí significa un importante avance hacía la posibilidad de efectuar un trabajo articulado e interinstitucional que abogue por la igualdad de condiciones competitivas entre los productores nacionales y los extranjeros. Hoy en día, los representantes del Estado Colombiano intercambian comunicaciones con nuestros aliados comerciales con los que tenemos un TLC, con el firme propósito de dar un parte de tranquilidad y avance progresivo en nuestros compromisos, pese a las dificultades que han impedido el cumplimiento cabal de nuestras obligaciones.  

Es necesario que una vez se cuente con el Estatuto Aduanero, se ejecuten efectivamente los presupuestos destinados para el fortalecimiento del sector aduanero; se fortalezca la infraestructura y sobre todo se capacite a los operadores aduaneros para que con total conocimiento de su función, asuman un rol ético, íntegro y transparente en las nuevas prácticas de agilización aduanera. En consecuencia, es necesario avanzar mancomunadamente hacia los objetivos trazados en la política de internacionalización de la economía y en tal sentido apoyar desde los diferentes sectores de producción, toda iniciativa tendiente a incrementar nuestros niveles de competitividad; de lo contrario, desperdiciaríamos grandes oportunidades de negocio y posibilidades de mejorar los niveles de sana competencia, educación y bienestar de nuestra población. 

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