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Hay 57 viviendas en proceso de certificación Edge y 200 buscan el sello Casa en el país
El Gobierno Nacional y el sector de la construcción siguen uniendo esfuerzos para que las nuevas viviendas del país sean construidas bajos estándares sostenibles y consuman menos recursos. Actualmente, hay 57 proyectos en proceso de certificación Edge y 200 del certificado Casa. Así, se espera que cada vez sean más las firmas que se unan a la tendencia global de ‘Green Economics’.
“Algunos de los pasos que se vienen dando para que los proyectos de vivienda sean sostenibles son la implementación de exenciones de impuestos por parte del Gobierno, para que las constructoras le apunten a conseguir la certificación Leed en sus edificaciones, una tendencia que se viene imponiendo en todo el mundo”, dijo Luis Aurelio Díaz, gerente general de la constructora Oikos.
Los materiales no contaminantes o que tienen eficiencia de consumo energético hidráulico suelen ser más costosos en el mercado. Normalmente, la rentabilidad de la construcción verde está en el bajo consumo del inmueble, sin embargo, no todas las constructoras edifican para operar o utilizar los proyectos, por lo que se presenta una dicotomía a la hora de escoger los insumos.
“Si los materiales no contaminantes no poseen precios competitivos, es difícil que otros se unan. La situación evidenciada es que actualmente estos insumos, que poseen ecoetiquetas, son poco conocidos, lo que muestra la falta de desarrollo en esta materia dentro del sector de la construcción de vivienda a nivel nacional”, indicó Daniel Giraldo, gerente general de AR Construcciones.
Materiales sostenibles
La madera es un insumo sostenible siempre y cuando no se usen tratamientos de conservación contra insectos, hongos y humedad. Actualmente, se comercializan resinas vegetales que cumplen la misma función y no están cargadas de tantos químicos. Es ideal que los pilares, vigas y jácenas, se hagan con este recurso.
Los insumos pétreos o derivados de las rocas son los que más causan estancamientos en los vertederos. Como tienen pocos sustitutos, su uso generalizado deja huellas considerables en el medio ambiente. Para que sean menos contaminantes, siempre se recomienda que sea extraído de lugares cercanos a la obra, pues su traslado implica un alto costo energético.
El hormigón tiene un impacto bastante alto, no obstante, es muy útil para utilizar estrategias pasivas para el aprovechamiento de la radiación solar y reducir el gasto de electricidad en una vivienda. Una buena manera de reducir la contaminación de este recurso es utilizar aditivos con fibra.
El ladrillo de barro sin cocer secado al sol conlleva muchos beneficios para el medio ambiente por su bajo consumo de energía y sus propiedades aislantes. Colombia es especialista en su elaboración.
Además de estos recursos, también existen pinturas, cubiertas, aislamientos, cerramientos y otros productos que optimizan el uso de energía en las viviendas. Hacer buen uso de ellas disminuye la cantidad de energía y otros insumos que se gastan para alumbrar y optimizar la temperatura de la construcción.
“Debemos entender que este sector es uno de los que más carga le impone al medio ambiente, es necesario que los constructores entendamos que le estamos quitando al planeta más de lo que le podemos devolver”, explicó Arturo Barraza, ingeniero de Hábitat de los Andes.
El Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (Cccs) cuenta con un portafolio de herramientas para transformar el mercado. El programa Leed Colombia, Referencial Casa Colombia, el Protocolo de Lineamientos de Urbanismo Sostenible, Aulas Verdes, el Programa BEA y la certificación de Casa que da la institución.
“Este tipo de proyectos no solo contempla las tecnologías. A través de los equipos de diseño, logra que las edificaciones ahorren recursos como agua y energía que de manera muy importante aseguran unas condiciones de salud y bienestar superiores en calidad a los proyectos tradicionales”, explicó Cristina Gamboa, directora de Cccs.
Gracias a los avances de la tecnología que extienden la durabilidad de los materiales, las constructoras y el Gobierno se han optimizado para reducir su huella en la capa de ozono. Aún son muchos los retos que se deben cumplir, sin embargo, esta tendencia del mercado será la que dicte el futuro, de ahí la gran incursión de diferentes certificados ambientales y de construcción a los que se puede aplicar.
En un sector que tradicionalmente es de bajo perfil, la influencia se ha convertido en una manera de resaltar la actividad bancaria
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