El programa de 100.000 viviendas gratis es uno de los proyectos bandera del Gobierno saliente, el plan nació con el objetivo de entregarle una propiedad a cada una de las familias en alto riesgo no solo de las principales ciudades sino de zonas intermedias.
Uno de estos casos está en Chocó, exactamente en su capital Quibdó, donde luego de la titulación de las viviendas a sus nuevos propietarios, llegaron diferentes empresas para aportar con servicios complementarios. Todas estas metas se trazaron en sus nuevos planes de responsabilidad social empresarial para la zona.
De la mano con el Ministerio de Vivienda, la Fundación Orbis Pintuco fue una de las organizaciones que se involucró en los trabajos, allí cumplió varios objetivos como el apoyo en los traslados a las familias de los lugares en los que vivían a sus nuevas casas. De igual manera, se hizo una importante inversión en litros de pintura para decorar estos bienes.
En este último punto la fundación tuvo un efecto en los hogares que entregó el Gobierno por medio de 24.472 galones de pintura de colores surtidos, los cuales fueron utilizados para los acabados de las construcciones. Hay que tener en cuenta que en total fueron 1.500 apartamentos los que se vieron beneficiados con la iniciativa que finalmente representa espacios para 8.000 habitantes. El material está avaluado en por lo menos $800 millones.
Según explicó Miguel Ayala, director de la fundación Orbis Pintuco “este es un programa que busca la construcción de comunidades, esto significa entrar en un proceso de forjar convivencia, para esto hemos venido trabajando el último año con líderes comunitarios de Quibdó, allí logramos entonces interactuar con 8.000 personas. El trabajo con la población no quiere decir solo ayudarles a hacer la mudanza a sus nuevas viviendas o que tengan colores agradables en sus paredes, esto lo que busca es que todos los beneficiarios se apropien de un nuevo espacio desde el que se puede construir una gran sociedad con valores”.
Para el desarrollo de todo el programa, el modelo se pudo realizar gracias a una alianza público-privada, pues como aliados estaban el Minvivienda, a través de Fonvivienda, y la Fundación Órbis Pintuco. Ambas, lograron realizar las tareas por un fondo que logró sumar $3.000 millones.
