La Fundación, que acaba de celebrar 20 años de labores y que es el brazo de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) del grupo Casa Luker, una de las compañías líderes en el sector de alimentos del país, concentra sus esfuerzos en dos sectores claves para el desarrollo social y económico de Manizales y Caldas: la educación y el emprendimiento.
En ello, según dijo el gerente de la Fundación Luker, Pablo Jaramillo, invierte anualmente $4.000 millones y la población impactada supera los 30.000 estudiantes por año. Lo que explica el presidente de la junta directiva de la Fundación, José Alfredo Restrepo, es que la entidad pasó de ejercer aportes atomizados, básicamente en asistencialismo, a focalizar los recursos en áreas específicas y estratégicas que generan alto impacto y valor, como en la educación.
“Aquí no es tanto el aporte monetario como tal, sino el impacto que esa inversión genera. Entonces buscamos socios y aliados, como la Alcaldía de Manizales”, dijo. De ello surge el programa Escuela Activa Urbana (EAU), que tiene cerca de 15 años en operación y que se basa en el modelo de escuela nueva que hace años se aplica en el sistema educativo rural en zonas cafeteras. Hoy en Manizales 58% de los colegios están bajo metodologías activas que buscan el autoaprendizaje bajo tutorías, trabajo en equipo, liderazgo y desarrollo de competencias laborales y ciudadanas.
Pero a la educación había que ponerle un complemento y ese era el emprendimiento para fortalecer el tejido económico. Esta estrategia llevó a la Fundación Luker a hacer contacto con Babson College, una de las escuelas de emprendimiento más importantes del mundo, para crear el programa Manizales Más en alianza con entidades públicas, privadas y la academia.
Esto conformó el ecosistema de emprendimiento e implicó una inversión de $18.000 millones colocados en efectivo y especie por todos los actores involucrados en el programa. “Aquí hemos impactado a unas 18.000 personas”, dijo Jaramillo.
