Con la siembra de cerca de 12.000 árboles, el proyecto la Gran Vía Yuma, en Barrancabermaja, se realizará un mantenimiento por un periodo no menor a tres años y la resiembra de las especies nativas en vía de extinción que fueron identificadas dentro del inventario forestal.
El macropoyecto contempla desde su diseño el protocolo de trabajo encaminado a la entrega de un corredor vial en armonía con el medio ambiente, y aprobado en la licencia ambiental.
El estudio ambiental de los 30 kilómetros de vía, que se construirán desde la Troncal del Magdalena Medio hasta el puente Guillermo Gaviria cumplió con los estándares determinados por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, en la realización de una secuencia metodológica compuesta de unas características ambientales detalladas, donde se identifican los impactos, la zonificación y las medidas de manejo ambiental.
Cuidado del agua
Con el propósito de mitigar el impacto ambiental sobre los cuerpos de agua y en especial en la ciénaga Palotal, sitio donde se construirá un puente de luz aproximada de 600 metros lineales, se dispuso de un sistema constructivo que genere el menor impacto sobre el ecosistema existente. Para tal fin se plantea realizar un sistema de pilotaje, a través de vigas lanzadoras que se apoyarán en las vigas cabezales del puente y, posteriormente, sobre los pilotes ya instalados en luces aproximadas de 20 metros y evitar al máximo apoyar el equipo pesado sobre el cuerpo de agua.
La ubicación de puentes, pontones y alcantarillas, está basada en los estudios hidráulicos e hidrológicos que permitirán un flujo constante de agua, flora y fauna entre las dos caras del terraplén construido, evitando fraccionar o dividir el área intervenida.
La Gran Vía Yuma, es un proyecto que sigue la tendencia mundial orientada al uso adecuado de los recursos, a través de reconformación, recuperación y reforestación de las áreas intervenidas, además de la protección de los cuerpos de agua existentes, en pro de un impacto positivo en la comunidad.
