Para ser elegidos, los 200 participantes iberoamericanos que hacen parte de esta aventura tuvieron que presentar una propuesta de emprendimiento que solucionara, de manera sostenible, un conflicto social relacionado con economía colaborativa, educación, sostenibilidad medioambiental y salud.
El premio por sus buenas ideas radica en un viaje a México para explorar las selvas mayas de Yucatán y visitar los lugares arqueológicos más emblemáticos de esa civilización. Además, como parte de la labor social, conocerán algunas de las iniciativas con las que la población yucateca busca resolver sus crisis.
Luego, al llegar a España, conmemorarán los centenarios de la muerte de importantes figuras españolas y harán la tradicional visita a los reyes de dicho país.
Pero el recorrido turístico no lo es todo, ya que los expedicionarios desarrollarán proyectos que den cara a los retos sociales y medioambientales del momento.
Ideas ganadoras
Karen Zuluaga, de Marinilla, Antioquia, fue una de las ganadoras gracias a su propuesta de hacer “una red agricultores para generar una estabilidad de precios en el mercado local y evitar al máximo la sobreproducción y escasez de alimentos”.
Karla Aguilar y Zorilén González se enfocaron en herramientas para fortalecer el contacto de las lenguas nativas con el español.
Por su parte, Luisa Villota se enfocó en que las prácticas de los indígenas Sibundoy puedan ser duplicadas por los agricultores para garantizar una producción de alimentos mucho más sana.
En cuanto a educación, Santiago Burgos planteó un proyecto con nuevos modelos pedagógicos en los que los estudiantes, a partir de sexto grado, puedan ir descubriendo cuáles son sus habilidades, y así, evalúen sus inteligencias múltiples.
