¿Qué hace el Comité de Rehabilitación?
Es una de las empresas sociales más tradicionales de Colombia. Tiene 43 años pero cuenta con una característica muy especial y es que el objeto social nunca ha cambiado: su idea es buscar la inclusión social de las personas en discapacidad.
Lamentablemente, en nuestro país todavía hay mucho por hacer para esa inclusión, para que no sea la lucha por un derecho, sino que sea algo ganado naturalmente. Mientras eso no lo logremos, nuestro objeto social seguirá siendo esa búsqueda de la inclusión social.
¿Cómo lo hacen?
Hemos asumido un reto desde nuestro direccionamiento y es lograr la transformación de la vida, porque cuando nacemos con una discapacidad nos llenamos de obstáculos que hacen que nuestra vida se limite. Entonces, nuestra misión es lograr esa transformación a partir de que se abran esos límites y busquemos oportunidades.
¿Qué tareas hacen?
Hacemos dos labores básicas. Una desde la salud, tenemos una Institución Prestadora de Salud (IPS), donde atendemos con un modelo especial de independencia a las personas en condiciones de discapacidad. Tenemos otra unidad donde desarrollamos habilidades para la vida, que es como si fuera un colegio, donde niños con discapacidad cognitiva desarrollan unas capacidades para ser independientes.
Llevamos todos esos trabajos por fuera de nuestras instalaciones, el modelo lo queremos considerar público y que muchas personas sepan cómo lo hacemos para que se riegue más.
¿Cómo funciona la IPS?
Tenemos contratos con las EPS. En este momento, nuestro mayor volumen de pacientes proviene de Savia Salud, que es la EPS mixta de Antioquia. Son pacientes con discapacidad, de un régimen subsidiado, familias pobres y población vulnerable que lo último que necesitan es que se les cierre una puerta en términos de oportunidades.
¿Dónde funciona?
En este momento, solo estamos en Antioquia. La IPS está en Medellín, pero ese modelo de rehabilitación lo podemos llevar por fuera porque nosotros generamos unos programas de formación, de entrenamiento y capacitación para el personal de la salud.
Vamos para diferentes municipios y enseñamos el modelo rehabilitador. A las familias les hemos generado unos planes caseros.
¿Cuánta gente se beneficia del Comité?
El año pasado impactamos a 15.000 personas con discapacidad. Eso si lo multiplicas por un núcleo familiar de, en promedio, cuatro personas, llegas a 60.000 personas. Todavía estamos corticos, pero seguimos atendiendo y somos el centro referente de atención de pacientes con discapacidad.
¿Llegan a otras regiones?
El año pasado llegamos a los Santanderes, en Cundinamarca, en Córdoba, Bolívar, en el Chocó y en Caldas. Tratamos de que el modelo lo conozcan. Por ejemplo, a nivel de proyectos públicos, con gobernaciones y alcaldías, contratamos a través de un modelo que se llama Rehabilitación Basada en Comunidad y así podemos enseñar los que sabemos.
¿Cómo se financian?
Las organizaciones sociales caminamos por una línea muy finita, porque si tengo una IPS y quiero ser sostenible, tengo que ser rentable. Como soy social, no puedo ser totalmente rentable.
Venimos trabajando en generar conciencia de que no solo podemos vivir de donaciones. Tengo que buscar un equilibrio por otro lado. Ahí es donde empieza toda una labor de gestión de recursos. Ya no veo una persona como un donante, sino como un inversionista social. Le digo deme, que si me entrega $100, se los voy a multiplicar sumando un montón de cosas.
¿Han bajado las donaciones?
Con la gente del común pasa que se han generado grandes niveles de desconfianza. En las empresas, ha habido un movimiento hacia las fundaciones y sus recursos que, además, tienen sus objetivos muy limitados.
La opinión
Ángela María Giraldo
Subdirectora de servicios del Cómité de Rehabilitación
“En 2015, nuestros profesionales y pacientes estuvieron alineados alrededor de nuestro modelo de atención. Es decir, también iban a aprender a realizar actividades diarias”.
