Como resultado del pacto de responsabilidad ambiental que suscribieron los bancos colombianos (Protocolo verde) a mediados de 2012, las entidades financieras han venido trabajando en soluciones financieras ‘verdes’, en programas de ecoeficiencia y en el análisis de riesgos sociales y ambientales, para promover y respaldar los proyectos ambientales del sector empresarial del país.
Es de destacar, por ejemplo, la gestión en el tema ambiental de entidades como Bancoldex y Bancolombia, las cuales han implementado un esquema para analizar los riesgos ambientales de las operaciones de crédito del sector corporativo; y así, han creado conciencia en los empresarios colombianos de la importancia de prevenir y mitigar los efectos de su actividad sobre el medio ambiente. Igualmente, han incluido líneas de crédito ambientales en sus portafolios de productos y servicios, para respaldar las iniciativas ambientales de este sector.
No obstante estos avances, lograr un impacto significativo en el desarrollo sostenible del país requiere generar conciencia de que cualquier institución con un establecimiento físico tiene un impacto en el medio ambiente. En ese sentido, además del sector corporativo, es de vital importancia que las micro, pequeñas y medianas empresas asuman un mayor compromiso con el medio ambiente, pues estas representan -según datos estadísticos del Dane-- el 96.4% de los establecimientos de comercio en Colombia; desafortunadamente, muchas consideran que sus operaciones no tienen una gran incidencia en el medio ambiente y que, por eso, no deberían tener políticas de Responsabilidad Social Empresarial, lo cual es un gran desacierto.
De hecho, el desarrollo sostenible para las mipymes debe visualizarse como una oportunidad que puede beneficiar la rentabilidad de sus negocios, pues al mejorar su gestión ambiental interna, las mipymes incrementan su ecoeficiencia y optimizan el uso de los insumos de producción, disminuyen la descarga de contaminantes al ecosistema y, al mismo tiempo, tienen el potencial de mejorar su desempeño económico.
En el caso de las panaderías artesanales y comerciales, por ejemplo, cuando cambian sus hornos actuales por equipos más eficientes reducen el tiempo de cocción y hacen que la huella de carbono sea menor. Así mismo, al utilizar revestimientos reflectantes en las bandejas o en el interior de las paredes de las quemadoras y de los hornos se prolonga la vida de los mismos, debido a que las paredes y las quemadoras de estos están expuestas a menores cantidades de calor.
Este tipo de iniciativas requieren, desde luego, del compromiso y respaldo de los bancos colombianos, no solo en lo concerniente a financiación sino también en el análisis de los riesgos sociales, ambientales y laborales de las empresas de este segmento.
Actualmente, el banco está trabajando en la creación de una línea de crédito verde para este segmento, la cual esperan introducir en su portafolio de servicios próximamente. La idea es ofrecer tasas de interés preferenciales, flexibilidad de plazos y otros beneficios para apoyar los proyectos de los empresarios mipymes, que busquen la preservación y protección del medio ambiente.
Consolidación de mipymes verdes en Colombia
El banco augura un panorama optimista en la consolidación de mipymes verdes en el país, pues cada vez son más, los microempresarios que toman conciencia de su responsabilidad ambiental y tienen interés en compensar positivamente sus efectos en el medio ambiente; sin embargo, este proyecto demanda el trabajo conjunto de las entidades financieras colombianas.
