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Analistas 28/01/2023

Apuesta segura

José David Name Cardozo
Senador de la República

Al filo del precipicio se encuentra el futuro de la industria de los hidrocarburos en el país. Los recientes anuncios del Gobierno Nacional han alimentado la preocupación del sector que no ve un camino claro para los próximos años, si se llega a materializar la suspensión de la firma de nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo y gas.

En medio de esta intensa discusión, siguen llegando noticias de nuevos hallazgos de gas natural, que derivan de convenios de hace más de una década. Los más recientes fueron los tres descubrimientos de yacimientos de gas, de Canacol Energy, en los pozos Dividivi 1, Saxofón 1 y Chimela 1, ubicados en la Costa Atlántica. De esta manera, se sigue confirmando que somos una nación abundante en recursos gasíferos, capaz de abastecer por muchos años el mercado interno.

En un escenario de baja exploración hacia 2027 y 2028, según el estudio elaborado por Fedesarrollo ‘Impacto macroeconómico del sector petrolero’, se dejarían de producir 130.000 y 200.000 barriles por día, respectivamente. Por el contrario, si se continua con la asignación de contratos, los barriles diarios para el 2030 estarían por encima de los 900 mil. Si algo ha dejado claro la actual crisis energética mundial es que la disminución en la producción de petróleo y gas, mantiene a los países en desventaja y fuera de la recomposición del mercado mundial.

Solo en 2022, la industria local aportó más de $18 billones a la Nación y 40% de las exportaciones nacionales. Aunque las estimaciones actuales son alentadoras, de llegarse a suspender la suscripción de nuevos contratos, las consecuencias serían negativas para la economía de millones de familias colombianas y de todos los sectores, debido a que se estaría promoviendo la deserción de la inversión en nuevos proyectos y desestimulando las inversiones en explotación, lo que a su vez ocasionaría una disminución en las regalías de los entes territoriales, del Sistema General y de las utilidades de Ecopetrol. En resumen, un desastre fiscal y social.

Todavía hay mucho camino por andar para garantizar una producción de más de doce años. Invitamos al Gobierno Nacional a coordinar y planear una política nacional de abastecimiento y suministro de petróleo y gas basada en datos precisos del sector; así como enfocarse en el desarrollo una estrategia efectiva para lograr un aumento significativo en el nivel de las reservas, que nos permita mantener nuestra autosuficiencia de hidrocarburos y la seguridad energética del país.

No conviene echar por tierra lo logrado hasta hoy, después de la recuperación que ha tenido el sector, tras varios años sin firma de contratos de exploración y producción de hidrocarburos sobre nuevas áreas. Continuar la tarea de fortalecer la industria a través de planes de crecimiento, exploración, y explotación de hidrocarburos, sobre todo teniendo en cuenta al gas natural como combustible clave en la transición energética y uno de los de mayor demanda en el mundo, es una apuesta segura para el país.

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