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Analistas 28/09/2021

Decálogo para empresarios que quieren salvar a Colombia

Roberto Rave Ríos
Presidente ejecutivo Laick - Cofundador Libertank

En los últimos años, los empresarios han sido objeto de múltiples ataques. Se ha tratado de vender la imagen de un empresario lejano, explotador, de un monstruo que se aprovecha de las personas. Esto, en la mayoría de los casos es una gran mentira. Sin embargo a mi parecer y a meses de un proceso electoral trascendental para Colombia, los empresarios debemos entender que está en nuestras manos el futuro de este país que habitamos.

En un interesante libro llamado el “Manual del Perfecto Idiota”, escrito por Plinio Apuleyo y Vargas Llosa, se comenta de manera divertida que el mundo vive dos izquierdas, la izquierda Vegetariana que es la que hace alusión a los países escandinavos y en donde se respeta la democracia y se exalta la propiedad y la empresa privada, y la izquierda carnívora que es la que ha padecido Latinoamérica y en momentos históricos se ha traducido en guerrillas, narcotráfico y en el irrespeto a la institucionalidad, la democracia y la empresa privada. No podemos permitir que el discurso de odios siga poniendo la agenda de nuestro país, es por eso que hoy escribo este decálogo:

1. Enfrentar las ideas divisorias y polarizantes exige una actitud de humanidad profunda. Combatimos estos discursos cuando aun siendo altos ejecutivos, presidentes o dueños de una compañía, humanizamos contundentemente nuestro trato con los colaboradores. El saludo amable al portero, al operario, a la señora que nos ayuda con la limpieza, es una forma de combatir las ideas que quieren llevar a Colombia por la senda del fracaso.

2. Cambiar el lenguaje polarizante. Aun con la vigencia de los divertidos eufemismos del libro de Plinio Apuleyo y Vargas Llosa, hablar de izquierda y de derecha no ha traído más que división en nuestro país. Sin negar la existencia de estas corrientes, debemos transformar el lenguaje que polariza porque es allí en donde estamos perdiendo la batalla.

3. Pagar con justicia los salarios, es decir pagar lo que el colaborador merece y si es posible incentivarlo para que pueda tener mejores condiciones económicas y de calidad de vida. Los equipos mejor remunerados son más productivos. Además con seguridad como lo refleja Raj Sisodia en su libro Capitalismo Consciente, en el mediano y largo plazo, traerá mayor beneficios para los propietarios de la compañía.

4. Plazos justos a nuestros proveedores. Leía del gran empresario Mauricio Toro Restrepo fundador de empresas como Industrias Médicas San Pedro, que: “Uno se da cuenta que tan comprometida está una empresa con el crecimiento económico cuando ve los términos en los que negocia con las Pyme”. Las empresas están hechas para generar riqueza, pero de forma espontánea debemos humanizar también nuestro trato con el entorno que nos rodea incluidos los proveedores.

5. La labor empresarial no debe circunscribirse sólo al trabajo, debemos procurar impartir un mínimo de formación a nuestros colaboradores. Hace poco visité una empresa para conversar sobre economía con los empleados. Al preguntar de dónde venía el dinero del gobierno, muchos asistentes respondieron que el gobierno era rico. Me di cuenta de que gran parte de estos colaboradores no tenían ni idea que el gobierno no tiene más dinero que el dinero de los contribuyentes. Esta labor continua evita que los populismos se aprovechen del desconocimiento para vender propuestas como la de “imprimir billetes”.

6. Pensar en el largo plazo.

7. Obsesionarse con el crecimiento, no solo de su empresa, sino de sus colaboradores, de sus proveedores y todo lo que rodea la compañía.

8. Comunicar la historia de las empresas. Los empresarios deben invitar a los colaboradores a compartir una visión de empresa sin imposición. Esto se da en la mayoría de los casos, cuando involucramos al colaborador en la historia de la compañía, cuando le mostramos como inicio ese sueño, como se ha construido con dificultad y esfuerzo la empresa en la que hoy trabajan.

9. El buen empresario está comprometido con la libertad y la diversidad, conformando equipos que reúnan diferentes puntos de vista y que generen también soluciones Inter generacionales. Es increíble ver empresarios que no saben que es un INFLUENCIADOR y que tampoco se interesan por escuchar a las generaciones más jóvenes.

10. Entender el cambio de dinámicas en la comunicación cerrando la brecha generacional o propiciando conversaciones al interior de las empresas. Hace algunos meses en medio del vandalismo y los bloqueos, la primera línea logró posicionar una tendencia en redes sociales en donde acusaba y calumniaba a una gran empresa de unos actos muy graves. La empresa respondió con un comunicado de 3 páginas que con toda certeza no leyeron ni siquiera sus empleados.

Los empresarios no podemos pretender ni esperar un “mesías”, o un salvador, el cambio y la transformación está en nosotros. Hacer lo correcto aunque cueste es la premisa para alejar nuestro país del discurso divisorio de odios.

Resumo este decálogo, en una conversación que tuve con el influencer y empresario Santiago Ospina de Xhobbies. “Los empresarios estamos para servir, ese es nuestro propósito”.

Defender las empresas y la libertad económica es también defender la democracia.

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