"El café macerado en frío, cold brew, es una categoría con gran potencial en Colombia"

Emprender es un reto, pero en pandemia y con una categoría poco conocida, puede serlo aún más. Samsara es una empresa nacida a finales de 2020 que le apuesta a un café preparado en frío que se conoce como ‘cold brew’. LR habló con Andrés Escobar Uribe, fundador de la compañía sobre el negocio y las expectativas para este año.

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¿Cómo nació Samsara?
Como idea, lo he dicho, es pandémico, porque mi socio inicial, José Pablo Vélez y yo estábamos estudiando en Boston una maestría y nos íbamos a quedar varios años. Toda la situación de la pandemia nos obliga a hacer un cambio abrupto en nuestro plan de vida y tomar la decisión de regresarnos porque las medidas de Trump nos cerraron un montón de oportunidades de trabajo, de práctica empresarial. Entonces pensamos en qué íbamos a hacer: conseguir trabajo en una situación tan compleja no es una opción. Nos dijimos que teníamos que encontrar la oportunidad. José Pablo es propietario de una finca de café en Concordia, Antioquia. Él me dijo: Andrés, vos trabajas hace mucho tiempo en consumo masivo y yo conozco mucho el tema productivo de café, ¿qué hacemos? Y yo le dije: no, vender café en un mercado tan competido es muy difícil. Démosle un valor agregado y ahí arranca la idea del cold brew.

En Estados Unidos uno ve cold brew de todas partes y en todas las presentaciones. Es una categoría muy explotada y a José y a mí nos inquietó que nosotros siendo un país productor no teníamos esa categoría. Nos dimos a la tarea de explorar, regresamos en vuelo humanitario y empezamos a entender cómo ese café de la finca podríamos macerarlo en frío y obtener una bebida muy rica. Así nace Samsara.

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Samsara es uno de los libros de los hindúes que habla sobre el renacer, la nueva vida. Dijimos ese es nuestro nombre, démosle una nueva vida al café. No el café típico tomado en caliente.

Aprendimos y lanzamos al mercado nuestros productos hace cuatro meses y pese a encontrar un país muy golpeado por la pandemia, encontramos a un comercio muy abierto a ayudar. Grandes cadenas que son complicadas para codificar un productos por la cantidad de ofertas que reciben, fueron muy abiertos para ayudarnos.

¿Cómo fue el proceso de aprender, adaptar la finca al proceso e implementar la tecnología en medio de la pandemia?
A la fecha, nosotros agregamos a dos socios, Sebastián Escobar y Federico Villa. Ellos aportaron no solo capital sino un conocimiento adicional en equipos de embotellado y maceración. Nosotros cuatro logramos levantarnos un capital propio y comprar la tecnología, mucha de ella hecha en Colombia. Fue difícil porque todo este proceso fue en el momento más complicado de la pandemia, por ejemplo, hacer muestreo en un país en cuarentena, para ir a la finca teníamos que sacar un permiso especial. Eso retrasó el proceso de innovación. Fue una experiencia bacana, porque a pesar de eso la gente se enamoró del emprendimiento y nos compraba por internet. Para nosotros la pandemia más que un problema fue nuestra oportunidad.

En estos cuatro meses ¿cómo les ha ido en ventas?
Estamos hasta ahora incursionando. Sin embargo, en diciembre logramos ventas por más de $20 millones con solo dos productos. Para nosotros fue sorprendente. Logramos hacer muchas ventas a empresas, en regalos navideños. Desde entonces nos hemos mantenido por encima de esa cifra. Para este mes esperamos el lanzamiento del producto más interesante, el latte, un producto más fácil de introducir al mercado porque es un café con leche.

Con esto esperamos tener para el año corrido ventas de más de $100 millones mensuales en una categoría que está creciendo. Tenemos todo el potencial porque es una categoría que está libre. Es posible que grandes competidores entren al mercado rápidamente.

¿Cuáles son los productos que tienen en el mercado?
Nosotros lanzamos tres productos. El original, nuestro producto base, que es café con agua. Es el más original y versátil, porque lo puedes mezclar con ron para hacer un carajillo, con leche de almendras, stevia. Sacamos el latte y el latte caramelo que tuvieron muy buena aceptación, tanto así que no contábamos con tanta demanda y nos quedamos cortos en producción y por ende nos tocó reformular el producto para poderlo hacer en otro lugar. Esos son los problemas buenos. En este momento tenemos el original endulzados.

El latte caramelo es el producto campeón. En este momento está agotado. Colombia es un país al que le gusta el café dulce. Este tiene crema no láctea, tiene el mismo contenido de cafeína que el cold brew original. El original es para obtener la energía en las mañanas, por ejemplo.

En mayo esperamos que vuelva a salir al mercado. Nuestro portafolio se divide en los cafés originales y los lattes. En enero y febrero que tuvimos ambas categorías la participación fue de 70% los lattes y 30% el original

¿Están trabajando en nuevos productos?
Sí. Estamos trabajando en el original endulzado, porque al colombiano le gusta el café dulce. Nuestro producto no es de estrato alto, no es costoso. Nuestro desembolso promedio no debe pasar de los $4.500, entonces queremos darle acceso a todo el mundo y sabemos que a los colombianos les gusta el café dulce, con cero azúcar y cero calorías. Otra opción es la dulce, pero con sabor a chocolate.

¿Cómo fue el proceso para lograr llegar a aliados retailers?
Como te dije, cada uno de los socios da su aporte. Yo trabajé con empresas grandes en relación con cadenas. Mi aporte fue conocer los negociadores, el proceso en general. Ese es un problema de los emprendedores y es que no conocen cómo moverse en retail.

Seguimos trabajando en retail y ahora estamos trabajando con los canales de hoteles, restaurantes y cafeterías en el cual tenemos un gran potencial.

¿Están trabajando en salir a otros mercados?
Con Procolombia estamos mirando la propuesta para exportar el producto. La dificultad que nos da, es que exportar una bebida lista tiene unos retos logísticos muy grandes, porque es vidrio, por el agua, por el peso. Nosotros tenemos un plan para exportar cold brew concentrado y un aliado en el país es el que hace el proceso de embotellado y mezclado del producto, pero con materia prima 100% colombiana.

Gracias a nuestro paso por Estados Unidos conocimos a potenciales aliados estratégicos.

Le apuntamos dos mercados que son grandes focos. Japón es un país con un alto consumo de café frío y la federación nos referenció el país porque tiene una alta percepción del café colombiano. Y Estados Unidos por su tamaño, cercanía y las facilidades que nos brinda el mercado que ya conoce la categoría.

¿Cuáles son sus expectativas para este año?
La meta que nos hemos trazado para este año es lograr ventas por entre $600 y $700 millones, impulsados en segundo semestre cuando tengamos el portafolio completo.

Con el tema internacionacionalización para el 2022 queremos triplicar esta cifra. Con eso cumplimos el plan de negocios planteado.