Un PIB de 4,3% es bueno, a pesar de todo

Que una economía emergente crezca durante el tercer trimestre del año 4,2%, tal como ayer lo dio a conocer el Dane, es un dato que nos obliga a mirar las cosas con optimismo moderado, pues la última cifra del PIB que queda pendiente, no será tan bueno como se había previsto al comienzo del año. Todas las instituciones serias de investigación económica así lo insinúan con sus revisiones a la baja de lo que será el termómetro de la economía en este año que llega a su final. Entre los meses de julio y septiembre el comportamiento económico fue el esperado y los sectores tradicionales que son los motores del Producto Interno Bruto no decepcionaron, pero si empezaron a mostrar tendencias de lo que será el dato final cuando lo conozcamos bien entrado el enero próximo.

El Banco de la República es la institución rectora de la economía colombiana y por varios años ha sido calificada local e internacionalmente como  uno de los mejores centros emisores del mundo, distinciones que se ven en el manejo adecuado de las tasas, el control a la inflación y las políticas monetarias. El punto va a que el Emisor ha dejado claro que el crecimiento económico anual será 5%, una cifra mucho más optimista que la del mismo Gobierno que es 4,7%. Para el año nuevo hay que tener como horizonte lo que dice el Banco Central en el sentido que la economía se desaceleraría y el PIB presentaría una tasa de aumento alrededor de 4,3%, contenida en un intervalo entre 3,0% y 5,3%, tal como lo señalan las minutas y que serán revisadas en la reunión mensual del banco, la última del año.

Genera una leve esperanza de optimismo que el mayor aporte del crecimiento económico lo ha dado la infraestructura, aunque también hay una contribución positiva de sectores diferentes como edificaciones o locales. Durante el tercer trimestre los desembolsos de obras civiles crecieron 10,9%, el menor aumento desde junio de 2013. Esta cifra es clave porque fue la que sorprendió al alza en los periodos anteriores para este sector. En cuanto al Censo de Edificaciones, las áreas en proceso de construcción crecieron 0,5%, la más baja del año.

La expansión del PIB entre julio y septiembre, que fue de 4,2%, no es un dato bueno si lo miramos como un indicio de lo que será el resultado final de 2014, pero no es tan malo ni premonitorio al compararlo con similares en América Latina. El último trimestre, el que abarca los meses de octubre a diciembre, no será bueno pues es el lapso en que se acentuó la caída del precio del petróleo y el dólar se revaluó casi 22%. Ahora solo queda esperar a que el consumo decembrino sea el que lleve a la economía colombiana a ese anhelado 5%.