La inteligencia artificial y puntos sobre las íes

La Asociación de Editores de Medios de Comunicación de la Unión Europea, América Latina y Caribe, EditoRed, en su declaración de adhesión a los Principios Globales sobre Inteligencia Artificial, rescata los principios definidos por 26 organizaciones que representan a profesionales creativos de todo el mundo, incluidas empresas editoriales de noticias, entretenimiento, revistas y libros, y al sector de la edición académica, para avanzar en una hoja de ruta que permita la convivencia de la generación de contenidos reales, artificiales y/o mixtos, en camino de mejorar las sociedades.

El derecho de propiedad intelectual de quienes producen los contenidos es fundamental y está siendo vulnerado por los sistemas de inteligencia artificial que generan, de manera automática, textos basados en el trabajo desarrollado por comunicadores y por las instituciones y empresas que los cobijan.

El consumidor de información no es consciente de que los textos no nacen por generación espontánea, ni que la IA no está inventando nada nuevo, sino que es un servicio que compila conocimiento existente soportado en archivos que depositan el trabajo periodístico, académico o científico de personas de carne y hueso (o instituciones que han patrocinado) quienes han invertido tiempo de su vida investigando, escribiendo, analizando, comparando, aportando nuevas aristas.

Detrás de ChatGPT o de Bard, entre otras herramientas, hay un arduo, complejo y esforzado procesamiento de información. Un periodista o académico “propone un tema o le es asignado. Acude a fuentes documentales, entrevista a especialistas, habla con testigos, contrasta la información obtenida, la verifica; fotógrafos, camarógrafos participan para tener constatación gráfica y audiovisual de lo investigado; el reportero consulta con su editor, debate con él ejes informativos, elementos faltantes, elementos sobrantes, formas de publicación.

Redacta el texto a publicar o el guión a ser leído, corrige, somete a evaluación de sus pares y de los responsables de la sala de redacción. Intervienen entonces diseñadores, infografistas, programadores, sonidistas, archivistas, presentadores, prensistas, técnicos en telecomunicación, distribuidores”.

Las multinacionales pioneras de la IA deben respetar los derechos de propiedad intelectual que protegen las inversiones de las organizaciones en contenidos originales; aprovechar modelos eficientes de concesión de licencias que puedan facilitar la innovación mediante la formación de sistemas fiables; proporcionar transparencia para permitir a los editores hacer valer sus derechos cuando sus contenidos se incluyan en conjuntos de datos de entrenamiento; atribuir claramente los contenidos a sus editores originales; reconocer el inestimable papel de editores a la hora de generar contenidos de alta calidad; cumplir leyes y principios de competencia y garantizar que los modelos de IA no se usen con fines contrarios a la competencia. Un propósito de la Sociedad Interamericana de Prensa, News Media Alliance; Asociación Europea de Editores de Periódicos; News Publishers Association; Nihon Shinbun Kyokai y World Association of News Publishers.