El Gobierno debe acelerar la entrada del Pipe 2.0

Esta primera quincena del sexto mes termina con una noticia agridulce en materia económica: el Producto Interno Bruto creció 2,8% en el primer trimestre jalonada por comercio y construcción, un dato que muchos han salido a destacar porque es el mejor del vecindario, pero lo cierto es que es un dato raquítico frente a las expectativas de bienestar que tienen muchos colombianos. De qué vale sacar la nota más alta en términos de crecimiento si esa cifra no genera empleo y sigue condenando a millones de personas a la pobreza absoluta. La noticia real y de impacto social no debe ser otra que afanar a las empresas, a los mandatarios locales y al gobierno central para que el Pipe 2.0 empiece a dar resultados, pues es una estrategia anticíclica que puede dar buenos resultados.

La economía colombiana ya está creciendo menos de 3% trimestralmente y ese no es un dato que nos debe poner felices por el simple hecho de que somos los mejores del vecindario. Una expansión del Producto Interno Bruto de 2,8%, comparada con el mismo periodo de 2014, no deja más que un sabor a recesión y que el coletazo de los precios de las materias primas y del petróleo le está dejando una huella profunda a la economía. Queda el buen sabor de que la economía sigue creciendo y cuando se compara con el mismo período del año pasado, se hace con un registro de crecimiento muy bueno, pero somos un país lleno de necesidades y desigualdades en donde un crecimiento pobre nos ancla en el subdesarrollo.

Esperamos que el Pipe 2.0 logre que los sectores que más registraron crecimiento e incidieron en el dato de PIB, como el comercio, la construcción, los servicios financieros y los inmobiliarios, sean impactados positivamente y sigan aportando buenas cifras como 5%, 4,9% y 4,4%, respectivamente.

La construcción sigue siendo el motor de la economía, al registrar un crecimiento de 4,9% que es una foto del dinamismo de las obras civiles y las edificaciones. Solo las obras civiles mostraron una variación de 7%, frente a un primer trimestre de 2014 de 24,8%. Preocupa eso sí, el dato de la explotación de minas y canteras que tuvieron un crecimiento negativo  de 0,1% y el industrial manufacturero con un rojo de 2,1%. En el primer trimestre del año pasado el PIB tuvo un crecimiento de 6,4%. En pocas palabras, la imagen de la economía de este año es que debemos hacer algo relevante para que los datos mejoren.

Es urgente que todos los actores económicos se concentren en animar de nuevo el crecimiento y tener en cuenta que el Pipe 2.0 tiene considerados dinamizar recursos por $16,8 billones, que tiene como objetivo generar unos 300.000 empleos y apoyar el crecimiento de los próximos años. Hay que apurar los programas urbanos que cuentan con recursos superiores al  billón de pesos con el programa de Mi Casa Ya.