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EDITORIAL

El consumidor debe ganar en los líos del azúcar

lunes, 7 de septiembre de 2015
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Los ingenios fueron los pioneros de la industria nacional y deben hacer un estudio que les permita tener una hoja de ruta hacia el futuro

 

Las entidades de control y vigilancia deben ser las que finalmente sancionen a los industriales, si hubo algún tipo de manipulación de precios y acuerdos por fuera de la mesa para que los colombianos pagáramos un azúcar más caro. Al mismo tiempo debe ser el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, la cartera que atine con bajar el arancel para importar azúcar, una actividad agroindustrial bien protegida en tiempos de libre mercado. Son dos líos que van caminando de la mano y que se le juntaron a los empresarios del sector, dejando al descubierto que no tenían escenarios económicos de prospectiva, distintos a hacer lobby político en los gobiernos de turno y dejando a un lado el mandato que la competitividad impone en tiempos de tratados de libre comercio.

Pero debe ser el consumidor quien gane en estas disputas jurídicas y económicas entre los empresarios dedicados a la agroindustria que transforma la caña en azúcar o etanol y los empresarios que fabrican alimentos. Estamos en la era del consumidor en la que los Estados lo protegen por encima de intereses particulares. Y en este orden de ideas noestá bien que de ambos bandos se esgrima el argumento de la generación de empleo como punta de lanza para mantener precios altos. Si baja el arancel a 40%, como debe ser, está claro que los precios de los alimentos comprometidos hagan lo propio. Una simple chocolatina de lonchera colegial debe bajar alrededor de 10% si el Ministerio hace que los aranceles sean más beneficiosos para los productores de alimentos.

Y al mismo tiempo, los azucareros agroindustriales deben negociar con el Gobierno otro tipo de ayudas económicas para poder ser más competitivos, para transformarse y seguir articulando un sector crucial para un departamento comoel Valle del Cauca. No solo de aranceles de protección vive un cultivo, también puede acudir a créditos competitivos con la banca pública o tiempos de desgrabación que les permita hacer estudios asertivos sobre el futuro comercial que le depara el mercado al azúcar. No sabemos cuál va a ser el impacto en el sector azucarero local de la inserción de la zafra cubana, una situación que es inminente.

Son dos cosas bien diferentes que nacen en un mismo tronco, pero que hablan del poco estudio serio sobre el futuro del azúcar. Las denuncias por carteles de precios son gajes del oficio de la Superintendencia de Industria que en su buen juicio determinará lo va a pasar con esas sanciones, pero por el otro lado está el arancel que debe tender a la baja. A los 14 ingenios que funcionan en el valle geográfico del río Cauca y que abarca una gran parte de los departamentos de Cauca, Valle y Risaralda, les queda la inmensa tarea de armar una nueva hojade ruta hacia el futuro. Fueron las primeras empresas de Colombia y deben estar ala vanguardia en el siglo XXI.

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