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ANALISTAS

Hablando paja sobre el Plan

miércoles, 6 de mayo de 2015
La República Más
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Espero que los lectores me disculpen, pero les muestro las notas que me envió un testigo presente en el último debate del Plan Nacional de Desarrollo. Las transcribo tal cual me llegaron.

“Interviene el senador Jorge Robledo, vocero partido Polo Democrático: no han logrado que sus propuestas sean escuchadas. La cuentas del plan no dan. Todo el plan está inflado. Los números cambiaron por la crisis del petróleo. Van a tener que pasarse todo este año ajustando cifras. Este es un plan redactado en gran parte por los gringos. Es un plan desastroso. Los técnicos de la Oecd se reunieron 40 veces con el Ministerio de Agricultura y otros para ver que se incluía. Hay un problema de recolonización. Este plan le da mas gabelas a las transnacionales mineras. El ministro Alejandro Gaviria mete la ley general de salud que les fracasó el año pasado. Además la ilegalidad del Plan porque esconde un grupo de leyes, eso es un fraude legislativo. Además viola el principio de reserva de la ley dando 35 facultades al ejecutivo. El Polo tiene muchas razones para oponerse al Plan. Votarán en contra”.

Lamentablemente, lo anterior es un ejemplo de la ligereza con la cual la izquierda aborda los debates sobre políticas públicas en nuestro país. Veamos:

• Que las cifras no cuadran por la caída de los precios del petróleo. Falso. El plan se hizo con base en los presupuestos de crecimiento e ingresos del Gobierno, actualizados a la fecha. Si bien las cifras deben ser ajustadas, resulta obvio que en un plan de cuatro años siempre habrá que hacer ajustes. Lo importante es que el ejercicio se hace con las cifras disponibles y con las metodologías comúnmente aceptadas. 

• Que el plan lo hicieron los gringos. El planteamiento ni siquiera merece comentario. Por supuesto que no. Lo hicieron en buena medida los tecnócratas del Departamento Nacional de Planeación y del Minhacienda, que puede que hubieran estudiado en universidades de los Estados Unidos y no en la Patricio Lumumba de Moscú, pero que son tan colombianos como usted y yo.

• Que los técnicos de la Oecd se reunieron 40 veces con el Ministerio de Agricultura y otros para ver que se incluía. Si y qué. Los técnicos de la Oecd son los mejores del mundo y la organización es el think tank de políticas públicas más sofisticado del planeta. Es preferible estar asesorado por la Oecd que por Unasur o cualquier otro centro de mamertismo latinoamericano, cuyo principal objetivo es repartir pobreza y no crear riqueza.

• Que estamos en un proceso de recolonización. Por favor. La globalización es una realidad contemporánea que, gústenos o no, está para quedarse. Si se aprovecha adecuadamente puede ser una poderosa fuerza de crecimiento pero si se niega puede resultar tremendamente contraproducente. De todas formas decir que somos víctimas del neoimperialismo es a lo menos una fantochería.

• Que le estamos dando gabelas a las multinacionales mineras. Ojalá. Para que no se vayan. Si algún error se cometió al principio del gobierno Santos fue descarrilar la locomotora minera a través de regulaciones exageradas. Es hora de corregir el rumbo.

• Que el ministro Gaviria revive la reforma a la salud. Si, la salud hay que reformarla introduciendo correctivos al sistema actual pero no desmontándolo. La ley 100, con todas sus falencias, representa uno de los avances más importantes en equidad social de la historia reciente. Nacionalizar el sistema de salud, como pide la izquierda, no mejoraría, ni la calidad, ni la cobertura. Sería eso sí, un banquete delicioso para el sindicalismo voraz y sus patrocinadores políticos. 

La izquierda colombiana es experta en hablar paja. El problema es que, como ya lo vimos en Bogotá, cuando llegan al poder además de hablar paja se ponen a hacer cosas. Y eso en ultimas es lo verdaderamente preocupante. 
 

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