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¿Qué tan honestos somos los colombianos?

martes, 18 de marzo de 2014
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Colprensa

Imagine que usted va caminando por la calle y de repente se encuentra una billetera en el piso, no vio a quién se le cayó, no tiene aparente dueño, pero está en medio de un circulo azul pintado en el asfalto ¿Qué haría?, ¿la dejaría ahí?, ¿la cogería?, ¿la devolvería? Aunque parece una pregunta sencilla de responder, la decisión que tome habla mucho de la persona, tanto en lo social como en lo psicológico. 

40 estudiantes de cuarto y quinto semestre de la carrera Investigación, de la Universidad Manuela Beltrán, en cabeza de Belisario Fernando Valbuena, Psicólogo Forense Especialista en Perfilación Criminal y docente investigador institución, decidieron retomar el experimento llamado 'The Wallet Experiment', con la diferencia de poner la billetera en medio de un circulo azul, para evaluar la honestidad de los bogotanos y los limites sociales que los seres humanos están dispuestos a respetar.

Los jóvenes se dividieron en diez grupos de cuatro personas y escogieron sitios estratégicos en el sur, norte, oriente y occidente de la ciudad.

La dinámica fue simple: una billetera está en el suelo, dentro de ella hay un monto no superior a $150.000, pero sobretodo hay información clara del dueño e incluso un papel que especifica que si se extravía el objeto se puede devolver llamando a cierto número. Los honestos tienen todas las herramientas para devolverla, los deshonestos podrían sacar cualquier excusa para no hacerlo.

El ejercicio realizado en Rio de Janeiro (Brasil), arrojó que de 12 billeteras sólo una persona la devolvió y en Bogotá no fue diferente, a menos de 30 segundos una mujer que iba caminando la recogió y la guardó entre su bolso, al ser confrontada por los estudiantes se alarmó e incluso pidió datos para saber si eran o no, los dueños del objeto.

¿Será que los latinos no cultivan la honestidad cómo un valor primordial? En este experimento, tras ser confrontados, “80% de los casos, la gente se resistía a devolver la billetera, pedían pruebas que demostraran ser los dueños. También hubo un par de casos donde no las devolvieron y en otros incluso pidieron recompensa”, señaló Valbuena.

Y añadió, “a nivel psicológico estábamos midiendo la capacidad que tiene la gente de buscar excusas para no devolver el objeto o intentar quedarse con él. En uno de los casos eran madre e hija y la señora se la pasaba a la joven para que tratara de esconderla”.

Este comportamiento, que además está siendo enseñado a las próximas generaciones, podría tener una razón cultural muy fuerte. “Como aquí no hay sanciones drásticas cuando se transgrede una ley entonces el tema nos hace más flexibles en cuanto a las normas y a los valores y nos hace creer que quedarnos con un objeto, aunque sepamos quién es el dueño, no es una falta muy grave”, explicó el Psicólogo Forense.

Además, "los colombianos y los latinos en general, rompen con facilidad la línea de los límites de honestidad, adquiriendo un comportamiento criminal sin ningún tipo de reproche a la conciencia. Bajo la premisa de la ‘malicia indígena’ y la falta de un esquema moral que cultive la honestidad como un valor trascendental en la vida de una persona, el comportamiento de la falta de valores siempre va a ser igual", dice.

Resultados
La muestra fue de 100 personas, hombres y mujeres entre los 18 y 50 años de edad, ubicados en los cuatro puntos cardinales de la ciudad. Cada uno de los ejercicios fue grabado en video por una cámara oculta, como soporte y material de análisis del experimento.

Como resultado del experimento se encontró diferencia en relación al género: el 62% de los hombres tomaron la billetera, frente al 38% de las mujeres.

Del total de los sujetos observados, 74% mostró reticencia a devolver la billetera al estudiante, esgrimiendo los siguientes argumentos:

- Solicitarle al dueño dar detalles físicos de la billetera (textura, color, marca), 27%.

- Solicitar detalles de documentos y/o papeles encontrados dentro de la billetera, 55%.

- Pedir dinero a cambio de devolverla, 12%.

- Negarse a devolverla y quedarse con ella, 6%.

"En términos generales, los colombianos no han cultivado el valor de la honestidad. Para exhibir un comportamiento honesto deben ser confrontados. Lo que el experimento revela cualitativamente y de manera preliminar es la incapacidad que tuvo la mayoría de los sujetos observados, tanto hombres como mujeres mayores de edad, de asumir un comportamiento desinteresadamente honesto y devolver la billetera a su dueño o dueña. Adicionalmente las argucias y argumentos para tratar de quedarse con ella o de obtener algún beneficio a cambio de devolverla", explicó el docente.

Resultados en otras partes del mundo
Este ejercicio fue puesto a prueba por primera vez en 14 ciudades de Europa y 2 de América. A diferencia de Colombia, resultó que habían bastante personas honestas. La ciudad en las que más billeteras volvieron a su dueño fueron: Helsinki (Finlandia) de 12 billeteras extraviadas, se devolvieron 11; le sigue Mumbai (India) 9 billeteras devueltas; Budapest (Hungría) ocupa el tercer lugar con 8 al igual que Nueva York; el cuarto lugar lo ocupa Moscú (Rusia) y Amsterdam (Países Bajos) con 7, y el quinto lugar está en Berlín (Alemania) con 6 de 12 billeteras.

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