Playa y montaña para el señor Benetton

El presidente de la multinacional Benetton es ejemplo de la generación de ejecutivos ‘extremos’.

El surf y el esquí son algunas de las aficiones que absorben el tiempo libre de Alessandro Benetton, quien narra aquí cómo es su fin de semana ideal. Planes que, seguro, provocarán a muchos.

“Mi fin de semana perfecto es el que dedico a mi familia, mis intereses y mis pasiones, que son muchas y variadas. Entre otras cosas, me gusta ir a ver exposiciones de arte contemporáneo, hacer deporte -sobre todo kitesurf, en el lago o en el mar-, desconectar en casa con un buen libro después de haber jugado con los niños e incluso hacer un viaje exprés al extranjero. Todas estas opciones representan las diferentes maneras que tengo de recargar las pilas después del trabajo. Pero si tengo que elegir entre todas, mis días preferidos tienen la montaña como escenario. Mi mujer, Deborah, es muy deportista. Es excampeona olímpica de esquí, y a mí también me encanta hacer ejercicio -también soy profesor de este deporte y entrenador federado-, especialmente si estoy en contacto con la naturaleza. Entre ella y yo estamos transmitiendo esta pasión a nuestros tres hijos.

Para nuestras actividades al aire libre, a menudo elegimos Cortina d’Ampezzo (Italia), un enclave que, aunque está un poco lejos de nuestra casa, es el lugar más bonito de los Alpes. Se trata de un lugar excepcional, tanto en verano como en invierno, situado en el corazón de los Dolomitas: aquellas montañas calcáreas, de forma extraña, bellas e irregulares” que encantaron a Goethe en su Viaggio in Italia (Viaje a Italia). Podemos esquiar en invierno y hacer excursiones en verano. También nos permite estar con los niños en contacto con la naturaleza y recargar energía para la semana.

Alguna vez, si disponemos de más tiempo, nos vamos a otro pueblo de los Alpes que se llama Santa Caterina Valfurva, que es donde nació Deborah. Es un lugar mágico y está un poco más lejos, pero tiene el valor añadido de encontrarse en medio del precioso Parque Nacional del Stelvio.

Otras veces preferimos quedarnos en casa y dar una vuelta en bicicleta por el campo cerca de Treviso: Deborah y yo llegamos a recorrer hasta 70 kilómetros en dos o tres horas. En otras ocasiones juego al fútbol con mi hijo. Lo cierto es que soy un negado para este deporte que Tobías, de 9 años, me enseña a apreciar lentamente. Así mismo, me encanta la cocina japonesa y su sencillez tan elegante. Recientemente, en Tokio, he tenido la posibilidad de disfrutar de toda la experiencia que envuelve a este verdadero arte, comenzando por el rito de la preparación de los platos. A menudo, sin la necesidad de cambiar el uso horario, vamos a Hisyou, un óptimo restaurante japonés que hay cerca de nuestra casa”.

Fines de semana alejado de las fiestas y el alcohol
El heredero y presidente de la firma se ha alejado del estereotipo del millonario con una vida social activa, según le contó al diario Expansión: “No solemos ir a muchas fiestas ni a eventos sociales. Prefiero no acostarme muy tarde y, de esta manera, puedo levantarme pronto y disponer así de más tiempo para dedicarlo a mi familia y a mis pasiones. Lo que resalta de mi fin de semana es el deseo de descubrir la importancia de la simplicidad, de ir al corazón de las cosas, también aparentemente banales, de las relaciones y de los afectos. En reconocer el valor de lo que cuenta de verdad, se encuentra la llave del bienestar”.

La opinión

Will Vargas
Entrenador profesional
“El empresario debe tener una preparación íntegra, lo cual incluye el deporte porque oxigena el cerebro y genera un buen estado físico”.