‘Ni atacar ni defender, sino todo lo contrario’, el nuevo hijo de Samper Pizano

Y más aún cuando el libro que presentó este fin de semana en la Filbo 2015 trata de las leyes ocultas del fútbol, ‘Ni atacar ni defender, sino todo lo contrario’, donde hace un análisis, muy a su estilo, de esas reglas de este juego, que no están escritas, pero que todo apasionado de este deporte sabe que pueden llegar a ser más importantes que las escritas.

¿El libro es dedicado a su tío, quien lo llevó por primera vez a fútbol?
Dedicado a mi tío quien me llevó a ver fútbol. En mi casa todos eran analfabetas del fútbol, mi padre nunca conoció un estadio y no sabía cuántos jugadores componen un partido, mientras que mi madre fue al Campín cuando se jugó un partido entre periodistas y famosos hinchas de Santa Fe y Millonarios.  Tuve la fortuna de que un tío, hermano de mi papá, era hincha de Santa Fe desde que nació el fútbol profesional en Colombia y me llevaba a los cuatros años de edad al estadio.

¿Cómo surgió la idea de este libro?
Me lo propusieron desde hace algunos años la editorial Planeta en España, luego del éxito que tuvieron recopilando las leyes de Murphy. Me dijeron que si las hacía en el fútbol, pero les dije que en este deporte se manejaban las mismas reglas.

Cuando les terminé de echar ese carretazo, me dijeron, “por qué no pone esas vainas en unas leyes y hacemos un libro”, entonces, antes de aceptar, me puse a estudiar, hablar con mis amigos de fútbol como Jorge Valdano, Roberto Fontanarrosa, así como a Marcos Mundstock, de temas futbolísticos.

¿Cómo apareció el Pequeño James, el personaje que hace toda serie de preguntas?
Es un homenaje obvio a James Rodríguez, quien es un tipo estupendo que pasa por ingenuo cuando uno lo ve en medio de dos tipos de dos metros que están dispuestos a romperle la rodilla a cualquiera, y él ahí, siendo un gran jugador sin dejar de ser un tipo bueno, y pienso que se haría esta clase de preguntas, con un aire de ingenuidad que parece que no ha perdido de su infancia, pero con la malicia necesaria para disparar al arco cuando nadie se lo espera.

¿Un partido tiene mil miradas?
Cada quien ve un partido diferente al que está sucediendo y suele ocurrir que esas opiniones y visiones tengan poco o nada que ver con lo que realmente pasó en la cancha. Les pasa mucho a los comentaristas que son expertos pero no se ponen de acuerdo, porque así es el fútbol.

¿Estamos en la época de futbolista Rock Star?
Sí, como lo era David Beckham, quien al final no le quedaba tiempo ni de jugar fútbol y era uno de los futbolistas mejor pagados del planeta. Jugó en Inglaterra, algo en el Real Madrid pero luego en Estados Unidos no hizo nada, se retiró y sigue siendo el símbolo sexual del fútbol.

¿Y la devoción religiosa en el fútbol?
La propaganda religiosa para mí es una enfermedad que vive el fútbol. Todos les dan las gracias a Dios, pero ¿qué pasa con los otros 11? ¿hay que declararlos ateos?

El gol, ¿Es un error del fútbol?
Sí, se produce porque alguien cometió un error, así sea mínimo. Si los equipos jugaran perfectos no tendría que haber goles.

¿Las estadísticas en el fútbol son importantes? ¿Usted que opina?
El fútbol se ha contagiado de las estadísticas, que son claves e importantes en béisbol, tenis o fútbol americano, pero en el fútbol normal no era usual, aquí se contabilizaban los goles y punto. Ahí se les empezó a seguir a los jugadores que suelen hacer pases claves para los goles, el tiempo que tiene más el balón en un partido. Han empezado a cuantificarlo todo, y nace el temor de que un equipo sea una simple suma de matemáticas.

¿Y la Ley de Falcao de la que habla en su libro?
Es la muestra más clara de que estamos bajo el imperio de los agentes. En un tiempo el fútbol estuvo regido por los futbolistas, luego por los directores técnicos, luego los directivos y llegó el peso de la Fifa y su política.  Pero ahora llegamos a la época de los agentes, y sus malas decisiones se rigen por el dinero, como sacar a Radamel Falcao de un gran equipo en pleno ascenso constante para llevarlo a otro de quinta para que se ganara dinero el jugador y el agente también hiciera su negocio.

Las opiniones

Andrea Guerrero
Periodista  deportiva
“Creo que el espacio para los escritores deportivos en Colombia es muy limitado, por eso hay que apoyar a los pocos que hay en el país”.