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Medir, medir y medir. En Internet, la clave para acertar es medir el resultado de cada acción. A ser posible, en tiempo real. No siempre las causas de un pico en la audiencia son aparentes: a veces, pueden depender de cosas como el tiempo que hace ese día, el día o la hora de la semana en que estamos, o el estado de ánimo del usuario en ese momento.
Por eso, no resulta nada fácil establecer un modelo de atribución, es decir, saber a ciencia qué canales se incluyen en una decisión final de compra. Epsilon Technologies es una compañía de analítica digital fundada en 1993 en Barcelona. A partir de su experiencia, sus responsables aseguran que existen algunas pautas que, por norma general, siempre funcionan:
‘Keep it simple’
Simple no significa tonto. Los mensajes directos se asimilan mejor. En la Era Digital, las marcas compiten en una ‘economía de la atención’, donde el impacto debe producirse en apenas unos segundos.
Componente emocional
Recurrir a las emociones (con inteligencia, respeto y educación) es una manera eficaz de conseguir esa atención del usuario. Dentro de las emociones, la que más viraliza es el humor.
Las promociones
Las promociones (sorteos, concursos, retos...) movilizan a la audiencia. Lo ideal es que la marca pueda capitalizarlos al máximo, por ejemplo sorteando muestras de su propio producto.
‘Influencers’ si, pero...
Solo si proyectan unos valores afines a la marca. Los mensajes sutiles resultan más creíbles y se debe medir bien el impacto.
El poder de Instagram
Además de Facebook y Twitter, algunas nuevas plataformas como Instagram aportan buenos resultados, sobre todo para sectores como la moda. Toda estrategia de social media, no obstante, debe tener unos objetivos de negocio detrás; en el caso de Instagram, puede ser movilizar al público joven.
Curiosidades
Aunque no se debe abusar de ello, las curiosidades (”¿Sabías que...?”) y conmemoraciones de días (”Hoy es el día de...”) suelen obtener buenos resultados.
Imágenes y videos
Volvemos a la cuestión de la ‘economía de la atención’. Todos los contenidos en social media deberían ir acompañados de elementos visuales llamativos. El video es un formato que funciona muy bien también, sobre todo si son breves e incluyen elementos emocionales como el humor o la sorpresa.
