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Transportadora de Gas Internacional (TGI), dio a conocer los planes de expansión de gasoductos que se desarrollarán durante los próximos años en el territorio nacional.
Esta compañía, que posee aproximadamente 57% de la red nacional de gasoductos, tiene pensado fortalecer la distribución del servicio de gas en el país y aumentar el 47% de su participación de consumo, con el desarrollo de cuatro proyectos que supondrán una inversión total de US$367 millones.
Entre estos planes, se encuentra la creación de la Estación compresora de La Sabana, que tiene como objetivo, garantizar el servicio a toda el área metropolitana de la capital y a sus alrededores. Para Eduardo Pizano, presidente de Naturgas, una planta de este tipo permitirá un mayor flujo de gas que podrá ser aprovechado por los bogotanos y los vecinos, puesto que a medida que las construcciones comerciales y urbanizaciones crecen, la demanda de gas es mayor y hay que generar la industria para suplirla.
En la puesta en marcha de la Estación se calcula una inversión de US$55 millones, que servirán para aumentar la capacidad de transporte de los gasoductos, pasando de 143 a 215 Millones de Pies Cúbicos Diarios (Mpcd), lo que mejoraría de la cobertura del servicio. Así mismo, el contratista EPC, ya empezó su trabajo con la idea de iniciar la construcción el próximo año.
Así mismo, dentro del itinerario que plantea TGI, la inversión más fuerte se registrará en los municipios de Apiay y San Fernando, en Villavicencio, y el corregimiento de Cusiana en Casanare, puesto que la cifra contemplada es de US$247 millones.
La obra, que iniciará en 2015 o 2016, está siendo negociada por Ecopetrol y comprende la edificación de un Loop de 20” de 150km entre Cusiana Y Apiay, y un nuevo gasoducto de 10” y 50km entre Apiay y San Fernando.
Con esta nueva red, “varios yacimientos de gas, alojados en Casanare y Meta, permitirán acercarle a poblaciones alejadas el servicio de gas, asegurando confiabilidad y buenas condiciones de transporte, además de generar una nueva entrada del combustible a Bogotá, ya que esta ciudad registra más de 100.000 viviendas nuevas al año”, añadió Pizano.
En el Eje Cafetero, se esperan dos construcciones avaluadas en US$28 millones, una en Armenia y otra en Chinchiná, Caldas, de esta forma los proyectos contemplan ramales que aumentarían la longitud de los gasoductos, 37,5km y 7,5km, respectivamente.
El adelanto de estas redes de gas, debe hacerse debido a que estos terrenos han sufrido deslizamientos y derrumbes a causa del cambio climático actual, lo que dificulta la distribución del servicio.
El plan más ambicioso y que, en teoría, brindaría más ayuda a los ciudadanos es la constitución de los ramales de Cundinamarca, puesto que con una red de 90km de gasoductos, se abastecería a la región Cundi Suroccidental, es decir, a los municipios de Cachipay, Anolaima, San Juan de Ríoseco, La Mesa, El Colegio, Anapoima y Viotá. Además, el ramal Cundi Noroccidental favorecería al municipio de Pacho, abasteciéndolo a través de un nuevo gasoducto de 19km.
De esta forma, con una inversión de US$37 millones, Cundinamarca dejaría de tener gas virtual, que siempre está expuesto a problemas con el transporte y movilidad, además de la inseguridad, para quedar conectado a la red de gasoductos, obteniendo una mejora del servicio y un suministro permanente, haciendo parte de la red de gasoductos.
Pizano dice que “el bolsillo de los cundinamarqueses tendría un descanso pues el costo del servicio bajaría”.
